La Fiscalí­a reconoce 'insuficiencia' de…

En la imagen, un cuidador atiende de una persona con Alzheimer.El fiscal jefe de Sala de lo Civil de la Fiscalí­a del Tribunal Supremo, José Marí­a Paz, aseguró el pasado jueves que la institución cuenta con menos personal del necesario para hacer frente a las denuncias que se presentan por parte de los familiares de personas con alzheimer por malos tratos en residencias, litigios judiciales por la herencia de estos enfermos o para realizar una mayor cantidad de inspecciones en los centros donde residen muchos mayores que sufren esta enfermedad.

Precisamente, esta denuncia ha sido realizada durante una rueda de prensa ofrecida en Madrid, coincidiendo con la celebración el próximo 21 de septiembre del Dí­a Mundial del Alzheimer. El fiscal destacó el esfuerzo que dedica la Fiscalí­a para atender denuncias de personas mayores y con discapacidad y señaló que la sociedad “desconoce profundamente” este aspecto. Además, añadió que con los 2.500 fiscales que existen en este momento “es imposible realizar más inspecciones en residencias, como nos suelen pedir, por ejemplo, los familiares, porque si se hiciera no se podrí­an atender otras de las muchas cuestiones que forman parte del trabajo diario de la Fiscalí­a General del Estado”.

Asimismo, en el acto estuvo presente el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), Koldo Aulestia, quien puso en valor la colaboración con las instituciones, a pesar de la crisis económica que atraviesa el paí­s. Bajo el lema escogido para este año, ‘El alzheimer: una cuestión de estado’, el responsable de Ceafa solicitó que el alzheimer sea de verdad polí­tica de Estado en cuatro capí­tulos: que aumente el apoyo a las familias; que se fomente el área de protección jurí­dica de este ámbito; que se refuerce el papel de la sanidad en este asunto, así­ como el social, dado que es un problema sociosanitario; y que se promueva una mayor formación de todos.

Por último, este último punto es capital porque, a juicio de Koldo Aulestia “la formación es importantí­sima para que los profesionales sepan investigar sobre este asunto y también para que sepan tratar a los enfermos y a sus familias. Pero no sólo los sanitarios, sino todo el mundo debe conocer cómo actuar, porque la gente con alzhéimer sale a la calle y debe ser tratada adecuadamente por una cajera de un supermercado o por un conductor de un autobús”.