John, el joven keniano con ceguera que aprendió a dominar el piano
John Njogu tiene 20 años y vive desde que nació en Kibera, en Kenia, considerado el suburbio más grande del mundo. Allí, en un entorno a caballo entre el paisaje rural y lo urbanizado a medias, ha aprendido a superar su discapacidad para hacer lo que más le gusta: tocar el piano.
El joven keniano de 20 años es ciego de nacimiento y estudia en el Instituto para Invidentes. “Para mí la ceguera es lo normal. Nací así, de modo que no sé lo que es eso de ver“, afirma con una sonrisa al equipo de reporteros de African Slum Journal. Para demostrar sus habilidades musicales, interpreta una melodía en el teclado que se abre un hueco en el salón de su casa.
John tantea las teclas y en pocos segundos es capaz de ubicarse sobre ellas y hacer surgir las notas. Empezó a familiarizarse con el instrumento en 2005, cuando aún era un niño y le regalaron un piano de juguete. Tres años más tarde les dijo a sus padres que quería emplearse a fondo en ello, y desde entonces no puede pasar un día sin interpretar alguna melodía. “Puedo tocar cualquier melodía que conozca”, afirma.
Su madre se mustra orgullosa ante la cámara de los reporteros. “Hay padres que piensan que tener un hijo con discapacidad es una carga, pero para nosotros es una bendición. Nos gusta mucho cuando toca el piano”, afirma; y explica que las tensiones propias el día a día se suavizan en gran medida gracias a las canciones que surgen de los dedos de John.
Su sueño es llegar a ser productor y tocar en conciertos, especialmente si puede dedicarse al reggae, su género musical favorito. John es un ejemplo de superación de las barreras propias de la discapacidad y de cómo la constancia puede hacer que las minusvalías visuales, como la suya, dejen de tener importancia.