Nanopartículas de oro eliminan los restos residuales del cáncer tras una operación
Las células cancerosas que no pueden ser extirpadas por los cirujanos durante las intervenciones quirúrgicas pueden dar lugar a que los tumores reaparezcan o generen metástasis.
Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad Rice, en Estados Unidos, han desarrollado unas nanopartículas de oro con anticuerpos capaces de detectar y eliminar estos restos residuales de las células neoplásicas. Las nanopartículas están recubiertas de anticuerpos que hacen que detecten las células cancerígenas y se adhieran a ellas Estas agrupaciones de oro, que se adhieren a las células cancerígenas gracias a la presencia de los anticuerpos, generan una “nanobubuja plasmónica” al aplicarles calor mediante un láser de pulso corto. De esta forma, la nanoburbuja de vapor se expande y se contrae rápidamente, generando una explosión interna que acaba con el resto de la célula cancerosa, pero no de las células sanas del tejido que la rodean. Como señalan los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista Nature Nanotechnology las nanopartículas de oro se podrían inyectar antes de una cirugía para que puedan viajar hacia las células cancerosas. Y, después de la intervención, se les podría aplicar el láser de pulso bajo para que destruyeran los elementos cancerígenos residuales. “Este enfoque único podría ser capaz de reducir la cantidad de daño no intencionado que se le hace al paciente, especialmente si el tumor está situado en una zona sensible, como el cerebro, cabeza y cuello, mama, o la próstata”. De momento, los investigadores han probado estas nanopartículas en ratones, con resultados iniciales de éxito. “Mientras que el 80% de los ratones en el grupo operado que no recibieron el tratamiento de partículas de oro murió debido a tumores que se repitieron en los 10 días siguientes a la cirugía, ninguno de los ratones que recibieron las nanoparticulas volvieron a desarrollar tumores en los siguientes dos meses”. Los científicos esperan poder iniciar los primeros ensayos clínicos en humanos en los próximos años.