Los plásticos biodegradables también son…

Los plásticos etiquetados como ”˜biodegradables”™, es decir, fabricados con materias primas orgánicas, no disminuyen de manera significativa el volumen de plástico que llega a los mares ni tampoco los riesgos fí­sicos y quí­micos que estos productos representan para el medio ambiente marino.

Ésta es la principal conclusión de un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), titulado ”˜Plásticos biodegradables y basura marina. Conceptos erróneos, preocupaciones e impactos en los ambientes marinos”™ y hecho público este martes, con motivo del 20º aniversario del Programa de Acción Mundial para la Protección del Medio Marino frente a las Actividades Realizadas en la Tierra.

El informe indica que la biodegradación completa de los plásticos “rara vez o nunca” se produce en ambientes marinos porque algunos polí­meros requieren de compostadoras industriales y temperaturas prolongadas superiores a 50ºC para que se descompongan. Por lo tanto, su proceso de degradación es lento porque los océanos no tienen estos valores térmicos.

El director ejecutivo del Pnuma, Achim Steiner, señaló que cálculos recientes de esta agencia de la ONU indican que 20 millones de toneladas terminan cada año en los océanos de todo el planeta. “Una vez en el océano, el plástico no desaparece, sino que se descompone en partí­culas ”˜microplásticas”™. Este informe muestra que no hay soluciones rápidas y que es necesario un enfoque más responsable de la gestión en el ciclo de vida de los plásticos para reducir su impacto en nuestros océanos y los ecosistemas”, apuntó.

En 2014, un estudio del Pnuma indicó que cada año se producen unos 280 millones de toneladas de plástico en todo el mundo, de los que un pequeño porcentaje se recicla, mientras que otros terminan en los mares, ocasionando un coste de varios millones de euros anuales en daños ambientales a los ecosistemas marinos. En los últimos años ha aumentado la preocupación sobre los microplásticos (partí­culas de hasta cinco milí­metros de diámetro, ya sea fabricada o creada cuando el plástico se descompone), cuya ingestión ha sido ampliamente documentada en organismos marinos como aves, peces, mejillones, gusanos y zooplancton.