Richard Oribe se despide de…

El donostiarra, aquejado de unas molestias en el hombro, solo pudo ser sexto en la final de los 50 libres de los Europeos. Richard Oribe sonrí­e en Funchal, donde se despidió de la élite.

A sus 42 años Richard Oribe ha decidido colgar el bañador. Por lo menos, en lo que a la competición de élite se refiere. Después de 24 años en la cúspide de la natación adaptada, con seis Juegos Olí­mpicos a sus espaldas -debutó en Barcelona 92- el donostiarra no pudo lograr ayer el billete para Rí­o de Janeiro, al ser sexto en la final de los 50 libres que cerró los Europeos de Funchal, en Portugal. Esa no clasificación, unida a unos problemas en el hombro izquierdo que se han agravado en los últimos tiempos, han precipitado el adiós de un deportista sin parangón en el mundo de la natación adaptada. Por ello, cuando Oribe finalizó la prueba y emergió de la piscina, siempre con la sonrisa en su rostro, el graderí­o estalló en aplausos. Un pequeño homenaje, no será el último, para un nadador que deja atrás un palmarés escandaloso: ocho oros y 16 medallas en Juegos Olí­mpicos, doce oros y 22 medallas en Mundiales y 22 oros y 28 medallas en los Europeos. Y de postre, ha batido el récord del mundo en 48 ocasiones. Una retirada de la élite no implica un adiós definitivo, ya que Oribe estará en el trofeo que lleva su nombre a finales de este mes.