Esta semana os queremos explicar que es la Teoría de la Mente y que actividades se pueden realizar para mejorar su desarrollo.

La Teoría de la Mente es una habilidad cognitiva presente en todos nosotros pero que en ciertas personas se ve afectada. Esta habilidad nos va a permitir percibir nuestros propios estados mentales, pero también los de los demás, es decir, nos brinda la posibilidad de comprender, predecir y atribuirle pensamientos, intenciones, creencias y emociones a otras personas con las que interactuamos. Un desarrollo correcto va a ser requisito importantísimo para el éxito en la interacción social.
Generalmente las personas que no van a tener Teoría de la Mente son aquellas personas con ciertos trastornos del neurodesarrollo. También existe la posibilidad de que simplemente haya un desarrollo tardío o insuficiente de esta habilidad y por tanto es importante realizar actividades o dotarles de herramientas que les haga evolucionar en este aspecto.
Según la cognición social, la cual alude a la forma en que pensamos sobre los demás, la ausencia de Teoría de la Mente va a originar diversas dificultades que van a estar relacionadas con las funciones sociales y de comunicación. Por ejemplo, no darse cuenta de los sentimientos de los demás, no entender ironías, doble sentidos o lenguaje figurativo, no saber ni entender las mentiras, etc.

Esta Teoría se va desarrollando sola desde la infancia hasta la edad adulta, pero numerosos estudios coinciden en que tendrán un desarrollo pleno de esta habilidad hacia los 4 años de edad.
Una de las pruebas o test que se suele hacer a los niños para ver si disponen de Teoría de la Mente es el de falsa creencia o test de Sally y Anne desarrollado por Baron-Cohen y otros colaboradores.
Este test consiste en lo siguiente:

Sally tiene una cesta y  Anne tiene una caja. Sally coge una pelota y la mete en su cesta. A continuación, sale de la habitación y se va. Mientras está fuera, Anne saca la pelota de la cesta de Sally y la mete en su caja. Sally vuelve a la habitación y se le hacen tres preguntas al niño:

• ¿Dónde buscará Sally su pelota?
• ¿Dónde está realmente la pelota?
• ¿Dónde estaba la pelota al principio?
  

Un niño con Teoría de la Mente responderá que en su cesta, porque no vio como su amiga la cambiaba, mientras que un niño sin esta habilidad adquirida, responderá que Sally va a buscar en la caja. Es decir, piensa que todos saben lo que el sabe.
Para que podáis entenderlo mejor os recomendamos echar un vistazo a este vídeo donde se ve perfectamente.

Tras este breve acercamiento a lo que es la Teoría de la mente, os dejamos a continuación una serie de actividades que van a hacer que ésta se estimule o mejore, para así poder disponer de ciertas herramientas sociales y comunicativas que van a darles la posibilidad de interaccionar con el medio que les rodeo de una manera mas efectiva.

• Pintar caras con distintas emociones, leer cuentos o utilizar caretas.
• Juegos de mesa para que el niño pueda predecir que piensa el otro o cuales van a ser sus movimientos, sus intenciones.
• Inferencias, ya sean visuales o escritas. Las inferencias son predicciones o deducciones que pueden hacer a partir de una información recibida que no está completa. En Orientación Andujar o en Aula PT podéis encontrar un montón de fichas para trabajar esto.
• Trabajar los absurdos es una manera muy divertida y sencilla de potenciar la lógica y la abstracción.
• Adivinanzas.

Entre los juegos de mesas que nos han parecido interesante, destacamos los siguientes:

• Top That: Este juego nos recuerda al Test de Sally y Anne del que hablamos más arriba.

  

• Súper Gatos: con una mecánica parecida al piedra papel y tijera, el peque tendrá que predecir o intuir lo que hará el resto.

• Tarjetas de Historias Webber: Un montón de tarjetas con cantidad de situaciones que les permitirá imaginar, desarrollar la expresión oral y la capacidad de inferir.