FAMMA y David Meca gritan…

David Meca tirándose de cabezaLa piscina del polideportivo Carlos Ruiz de Pozuelo de Alarcón acogió esta mañana un acto muy especial, en el que Famma-Cocemfe Madrid y el campeón del mundo de natación de larga distancia David Meca animaron a extremar la precaución a la hora de disfrutar de las zonas de baño con la entrada de la época estival, y alertaron a la sociedad del peligro que conlleva un acto tan cotidiano como una mala zambullida, con repercusiones que pueden ser dramáticas para los afectados y sus familias, en forma de lesiones medulares o daño cerebral.

La llegada del verano trae consigo una afluencia masiva de la población españolas a las playas, piscinas y rí­os de nuestro territorio, lugares de esparcimiento que ofrecen un contacto directo con el mar y, como consecuencia de ello, una diferente manera de divertirse. Ante esta realidad, FAMMA-Cocemfe advierte a través de su campaña ‘Báñate seguro’ de que cada año se producen unos 1.000 casos de lesiones medulares, de los cuales alrededor de un 15% se debieron a actividades deportivas o de ocio, entre las que se incluyen las zambullidas.

Los datos hablan de que entre el 80 y el 90 por ciento de los lesionados medulares a causa de una zambullida tienen edades comprendidas entre los 15 y 25 años; y en la mayor parte de los casos son varones que presentan una luxación o fractura a nivel de las vértebras del cuello, lo que provoca una lesión alta o tetraplejia para toda la vida. Además, el impacto contra una superficie dura, como puede ser el suelo de la piscina u otro bañista, puede producir lesiones graves como conmoción cerebral, pérdida de memoria o habilidades motoras.

El impacto socio-económico de los accidentes que se producen por zambullidas, no está valorado debidamente ya que es un coste muy alto el que se produce tras este tipo de circunstancias, provocando cambios profundos en las estructuras y modelos familiares, más un enorme gasto económico añadido que quiebra los ingresos de éstas en muchas ocasiones.

Javier Font, presidente de la Federación madrileña, recordó que “es una misión de todos el revertir la situación y erradicar este tipo de accidentes, por lo que nuestro mensaje no se dirige solamente a los bañistas, sino también a todas las autoridades responsables de velar por la seguridad de los usuarios de cualquier lugar de recreo acuático, que deben mantener un correcto control sobre las instalaciones y las prácticas llevadas a cabo por los bañistas”.

Durante el evento, que contó con la presencia de la alcaldesa de Pozuelo, Paloma Adrados, y de varios concejales de la localidad madrileña, el campeón del mundo de natación David Meca, conocido por sus hazañas de récord que le han llevado a surcar algunos de los mares más peligrosos, hizo una demostración sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer a la hora de lanzarse al agua; contando como testigos de excepción con decenas de estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos y niños que actualmente participan en las colonias deportivas de verano organizadas por el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón.

Todos ellos disfrutaron de la cercaní­a del nadador español, e incluso algunos participaron junto a él en un salto multitudinario a la piscina a la voz de “¡Báñate seguro!”, una manera de dar un mayor alcance a este intento de sensibilización sobre algo cuya peligrosidad aún a dí­a de hoy es desconocida por muchas personas, a pesar de que los medios de comunicación ofrecen en ocasiones casos reales que demuestran que estos accidentes son más comunes de lo que se cree.

Dos de estos casos reales acompañaron también a Famma-Cocemfe Madrid y a David Meca en la presentación de la campaña, sumándose desde la voz de la experiencia a esta iniciativa alertando a los ciudadanos de que la liberación estival no conlleva necesariamente el dejar de lado las precauciones oportunas, entre las que se encuentran no lanzarse al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad, desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas; comprobar cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirse; o evitar bucear o saltar en aguas turbias donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.

Juan José Sánchez, con una tetraplejia a causa de una mala zambullida, aconseja que “como mí­nimo la primera vez que una persona se tira al agua debe hacerlo de pie, ya que nunca sabes lo que te vas a encontrar. En mi caso, habí­a una piedra que no vi, pero es que ni siquiera mi amigo que estaba junto a ella se dio cuenta de que estaba ahí­. La gente no se da cuenta de que te puede cambiar la vida por completo”.

Juan José y Famma-Cocemfe Madrid también quieren llamar la atención para que se extreme la precaución en el caso de que uno de estos dramáticos accidentes ocurra. “Muchas veces, la gente que rodea al accidentado en ese momento no saben muy bien lo que hacer, y ello puede traer consecuencias muy graves, y perjudicar más al afectado. Lo ideal es mantenerlo en el agua hasta que lleguen los profesionales que saben cómo actuar en estos casos para reducir el riesgo de daño”, aseguran.

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