FAMMA-Cocemfe Madrid desea recordar, con motivo del Dí­a Mundial del Ictus, que se conmemora hoy, 29 de octubre, que el tratamiento temprano del ictus es fundamental para reducir el riesgo de desarrollar discapacidades severas asociadas a esta dolencia.

Precisamente, tal y como sugieren los expertos, las personas que sufren un accidente cerebrovascular (ACV) y que reciben un tratamiento médico inmediato y urgente pueden reducir en gran medida las probabilidades de desarrollar una discapacidad y de evitar restricciones importantes de la movilidad. En España, se calcula que cada seis minutos fallece una persona a causa de un ACV y que, cada año, se diagnostican en nuestro paí­s un total de 130.000 casos de estas caracterí­sticas. En todos ellos, los tiempos de atención son vitales, dado que, si se administra un tratamiento médico antes de las primeras cuatro horas y media desde la aparición de los primeros sí­ntomas, se multiplican las posibilidades de supervivencia y se minimizan las posibles secuelas asociadas a la enfermedad. Dentro de esta franja de tiempo, denominada “ventana terapéutica”, se suele administrar un trombolí­tico que tiene como fin disolver el trombo que ha producido el ACV y que puede evitar someter al paciente a otros tratamientos más agresivos.

Por otro lado, es importante recalcar que, a dí­a de hoy, hasta el 65% de los pacientes que han sufrido un ictus pueden quedar sin secuelas algunas asociadas a la dolencia si se detectan correctamente los sí­ntomas del ictus y si se trata al paciente de forma inmediata. Años atrás este porcentaje era mucho menor, de apenas el 35%. Reconocer los primeros sí­ntomas del ictus es, por todo ello, fundamental, con el fin de solicitar asistencia sanitaria lo antes posible. Entre ellos, figuran los siguientes: dolor de cabeza, dificultades para articular el habla, problemas de visión o pérdida de fuerza en las manos y en los pies.

Asimismo, es importante recordar que prevenir el ictus es posible llevando un estilo de vida saludable y cuidando la alimentación. En este sentido, es conveniente tener en cuenta que los factores de riesgo más importantes que desencadenan el ictus son la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, tener el colesterol elevado, la falta de ejercicio y padecer un tipo de arritmia, denominada fibrilación auricular, porque favorece la formación de trombos.

FAMMA, además, desea reconocer con motivo de la efeméride que hoy se celebra la importante labor que desarrolla la Fundación Pita López, entidad miembro de la Federación, para mejorar la calidad de vida de las personas con daño cerebral originado por esta dolencia.

Por último, es preciso recordar que el ictus o accidente cerebrovascular se debe a una hemorragia (ictus hemorrágico o derrame cerebral) o a la falta de riego sanguí­neo ocasionada por la llegada de un coágulo o trombo al sistema vascular cerebral (ictus isquémico o infarto cerebral). Constituye la primera causa de dependencia en el adulto en nuestro paí­s y la segunda causa de mortalidad. Se estima que un tercio de las personas que padecen un ictus fallecen y que otro tercio sufrirán una discapacidad que les impedirá ser autónomas.