Los vehículos adaptados son los que usan las personas con movilidad reducida o discapacidad, ya sea para ser conducido o para transportar a dichas personas.

La adaptación de estos vehículos consiste en añadirle extras, que pueden ir desde incorporar asientos giratorios, brazos articulados para guardar la silla de ruedas, las rampas o suelos rebajados, o los mandos (como controles manuales en vez de pedales).

Son incorporaciones caras, que llegan a oscilar precios entre los 1.000 y los 4.000 euros, dependiendo del tipo de modificaciones que se le haga al coche. Por ejemplo, los precios de las rampas van desde los 75 a 230 euros y los asientos giratorios, desde los 1.500 euros de segunda mano a los 3.000 nuevos.

Pese a estos costes, se pueden disfrutar de varios descuentos a la hora de adquirir un coche adaptado. Los compradores no pagan el impuesto de matriculación ni el de circulación. Por otro lado, el IVA que deben abonar las personas con discapacidad queda reducido al 4% y los concesionarios también hacen rebajas siempre que se certifique la discapacidad.