Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) España cuenta con 149.000 personas con una lesión medular. La consecuencia más directa de este problema de salud es la falta de movilidad. Sin embargo, la ciencia y, más concretamente, la biotécnica ha desarrollado un sistema para poder recuperar la movilidad de estos pacientes.

Esto es posible al gran avance de la aplicación de estimulaciones eléctricas a través de electrodos situados en torno a la médula dañada. La señal nerviosa que se mueve por las neuronas, entre el cerebro y las partes del cuerpo que sienten, actúan y se mueven. Simulando estos estímulos, es posible conseguir cierto grado de movilidad en alguna extremidad.

Gracias a este progreso, un holandés de 40 años ha conseguido andar largas distancias, ayudado con muletas, e, incluso, subir escaleras. Esto se ha logrado al trabajo de un elenco de científicos que a través de un sistema de implantes alcanzar una unión digital entre el cerebro y la médula espinal.

Dos implantes en su cerebro leen sus pensamientos y se lo transmiten a un tercer implante que estimula eléctricamente la médula.

El holandés en 2011 sufrió un accidente de bicicleta que le dejó tetrapléjico con una lesión medular incompleta, con lo que le permitía poder realizar algunos movimientos.