Diseñan una terapia con micropartí­culas…

En la imagen, una paciente en una campaña para recomendar hábitos de vida 'cardiosalusables'.Después de un ataque al corazón, gran parte del daño al músculo del corazón es causado por las células inflamatorias que aparecen en los tejidos sin oxí­geno. Pero ese daño inflamatorio se redujo a la mitad cuando se inyectaron micropartí­culas en el torrente sanguí­neo dentro de las 24 horas después del ataque, según revela una nueva investigación preclí­nica de la en la Universidad de Northwestern (EE.UU.) y la Universidad de Sydney (Australia).

Cuando se inyectaron micropartí­culas biodegradables después de un ataque al corazón, el tamaño de la lesión del corazón se redujo en un 50 por ciento y el corazón pudo bombear más sangre significativamente. “Esta es la primera terapia que se dirige especí­ficamente a un motor clave del daño que se produce después de un ataque al corazón”, explica el investigador Daniel Getts, profesor visitante en Microbiologí­a-Inmunologí­a en la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern. “No hay otra terapia en el horizonte que puede hacer esto. Ésta tiene el potencial de transformar la forma en la que se tratan los ataques cardiacos y las enfermedades cardiovasculares”, apunta este experto. Las micropartí­culas funcionan mediante la unión a las células dañinas (monocitos inflamatorios) y llevándolas a un desví­o fatal: en lugar de llegar al corazón, las células se dirigen al bazo y mueren .

Las partí­culas están hechas de poliácido (ácido láctico y coglicólico), una sustancia biocompatible y biodegradable ya aprobado por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) para su uso en suturas reabsorbibles. Una micropartí­cula es 500 nanómetros, que es 1/200 el tamaño de un cabello. El estudio, que se publica este miércoles en ´Science Translational Medicine´, mostró que las micropartí­culas reducen el daño y reparan el tejido en muchas otras enfermedades inflamatorias, como modelos de virus del Nilo Occidental, colitis, enfermedad inflamatoria intestinal, esclerosis múltiple, peritonitis y un modelo que imita el flujo de sangre después de un trasplante de riñón.

Por último, las micropartí­culas están diseñadas para tener una carga negativa en su superficie, lo que las hace irresistibles para los monocitos inflamatorios, que tienen un receptor cargado positivamente. Así­, hay una “atracción fatal”: cuando las células inflamatorias se unen a las micropartí­culas, se activa una señal celular que anuncia que éstas están muriendo y listas para su eliminación. Las células se desplazan entonces hacia el bazo, el camino natural para la eliminación de las células que mueren, en lugar de ir al sitio de la inflamación.