DÍA INTERNACIONAL DE LAS PERSONAS…

 

La conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad se celebra el 3 de diciembre. Esta es una fecha relevante a destacar en el calendario de la sociedad. Este día da voz y moviliza apoyo para cuestiones críticas relacionadas con la inclusión de personas con discapacidad y destaca los beneficios de una sociedad inclusiva y accesible para todos.

En este sentido, y siguiendo el camino hacia la educación inclusiva, en esta celebración hay que destacar la Estrategia de las Naciones Unidas para la inclusión de la discapacidad ubicándola dentro del ámbito educativo.

Así, queremos destacar enfoques educativos en línea con la inclusión que actúan como medidas realistas para implantarse en las escuelas y que estas puedan convertirse en culturas educativas verdaderamente inclusivas y que acojan la diversidad.

 

CONOCE LA ESTRATEGIA

La propuesta de esta Estrategia busca facilitar la aplicación de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, así como otros instrumentos en materia de derechos humanos.

Es decir, la estrategia tiene como objetivo transformar la sociedad para que sea más inclusiva y garantizar que las personas con discapacidad tengan las mismas oportunidades y derechos que todos los demás. Es un llamado a la acción a nivel global para construir un mundo que reconozca y valore la diversidad en todas sus formas.

Si quieres profundizar en ella aquí te dejamos el acceso directo al documento completo: Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad.

 

Desde FAMMA hemos profundizado en el documento, y a continuación os presentamos

ENFOQUES EDUCATIVOS CLAVE PARA HACER REALIDAD LA INCLUSIÓN DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD EN EL CONTEXTO EDUCATIVO

Estos enfoques buscan transformar la educación en un espacio inclusivo que respete los derechos y las necesidades de todas las personas.

Por tanto, implementar estas prácticas no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que enriquece la experiencia educativa para todos los estudiantes. Y para hacer cada uno de ellos más práctico y realista os proponemos un ejemplo de buenas prácticas para favorecer su implementación:

  • Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA): el DUA aboga por diseñar entornos educativos y materiales de aprendizaje que sean accesibles para todos y tengan en cuenta la diversidad de estilos de aprendizaje y necesidades. De esta manera, un ejemplo de una buena práctica a introducir en el aula sería utilizar materiales didácticos flexibles, que se apoyen en diversos formatos y acerquen al alumnado a dicho conocimiento a través de múltiples actividades.
  • Participación activa de los miembros de la comunidad educativa con discapacidad: implica involucrar a las personas con discapacidad, en especial al alumnado, en la toma de decisiones y en el diseño de prácticas educativas que les afectan directamente. Un ejemplo es la creación de un comité escolar del que formen parte estudiantes con y sin discapacidad para discutir y tomar decisiones sobre las adaptaciones necesarias en la escuela, promoviendo así una participación inclusiva.
  • Desarrollo de capacitación profesional y sensibilización, es decir, ofrecer a los profesionales educativos una formación que les permita, además de conocer y profundizar en el ámbito de la discapacidad desde un punto de vista teórico, acercarse a la realidad cotidiana y comprender y abordar las necesidades de su alumnado con discapacidad. Por ejemplo, desde el centro educativo se podrían organizar talleres sobre estrategias de enseñanza inclusiva y sensibilización, los cuales estarían abiertos al personal docente y contarían con la participación de otros agentes y profesionales sociales que enriqueciesen de forma holística el acercamiento a la discapacidad. En momentos así sería muy interesante contar con la participación de las familias, debido a que suelene star muy informados acerca de las necesidades particulares de sus hijos e hijas.
  • Eliminación de barreras para garantizar que la totalidad del entorno educativo sea accesible. En este caso, es importante destacar la importancia de la accesibilidad física, pero también tecnológica. Solo así se garantiza el acceso a todos los espacios educativos y la participación real en todas las actividades educativas sin que existan limitaciones. Y para profundizar en la importancia de este aspecto aquí os dejamos nuestra guía de educación inclusiva y discapacidad en la que además de resaltar directrices teóricas, ofrecemos buenas prácticas.

 

En conclusión…

Para abordar de manera integral y realista la inclusión de las personas con discapacidad en el contexto educativo se debe garantizar un compromiso verdadero, una evaluación continua y la adaptación de estrategias según sea necesario. Y por supuesto, se debe tener en cuenta la realidad educativa particular en la que se encuentra inmerso cada centro educativo.

 

Garantizar la inclusión educativa es un viaje continuo hacia la equidad en el que todos y cada uno de los miembros de la comunidad educativa deben participar.