Las personas con discapacidad tienen derecho a percibir una pensión, pero todo dependerá del grado de discapacidad que tenga dicha persona.

Las personas que tengan una discapacidad igual o superior al 65% tendrán acceso a una pensión no contributiva de invalidez. Según indica el IMSERSO la pensión no contributiva de invalidez va dirigida a las personas con discapacidad, que tengan reconocido el grado anteriormente indicado, un estado de prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva.

En cuanto a los ingresos, en este año es necesario que la persona solicitante tuviese ingresos inferiores a 6.784,54 euros anuales.