En septiembre todos los niños vuelven a las clases y conseguir adapatarse a la rutina, después de dos meses de parón vacacional, es un gran reto a alcanzar. Una adaptación, algo más compleja, para aquellos niños con discapacidad. Por eso, los expertos recomiendan que estos niños no rompan del todo con sus rutinas escolares en verano para que sea más leve su regreso a las aulas.

Teoría que comparte la neuropsicóloga, Sara Herrero. La cual, ha manifestado en un medio de comunicación que los niños con discapacidad tienen que tener un periodo de desconexión y flexibilidad pero no debe abandonar ciertas rutinas. Además, considera que una ruptura completa con estas rutinas les puede ocasionar una pérdida de seguridad y confianza, ya que llegan a percibir información que es contradictoria. 

La neuropsicóloga explicaba que si por ejemplo al niño, durante el periodo estival, se le deja jugar con el móvil y luego, con el inicio del curso escolar, ya no se le permite, ellos no llegan a entender este cambio y van a seguir queriendo jugar con el móvil.