Una veintena de personas con discapacidad accederán a sesiones de terapia con perros adiestrados durante este verano. La Concejalí­a de Educación y Bienestar Social de Benavente quiere que la mediación con animales ayude a mejorar “las habilidades comunicativas y las capacidades de canalizar sentimientos”, una terapia “que ha demostrado suficiente efectividad en personas con discapacidad”, según el concejal del área, Antonio Vega, quien recuerda que el principal colectivo está identificado, gracias a las clases de musicoterapia que se han impartido hace unos meses.

Aún así­, el plazo para inscribirse continúa abierto, por si alguna familia quiere acceder al mismo. Esta misma semana han tenido una toma de contacto con los usuarios de musicoterapia para proponerles las sesiones con animales y las familias se han mostrado dispuestas a participar en el programa municipal. En total serán diecisiete sesiones, dos dí­as a la semana. Durante los meses de julio y agosto se acudirá al Centro Cí­vico El Ferial los lunes y jueves. Una sesión se hará de diez a once de la mañana y otra desde el mediodí­a hasta las 13.00 horas. En el medio se dejan sesenta minutos para que los canes descansen. “Es un programa educativo, no curativo”, recalcó Vega, quien anuncia una revisión del mismo en septiembre y la posiblidad de implementarlo durante el curso si hubiera resultados positivos. La Concejalí­a destina a esta iniciativa 900 euros de presupuesto y pedirá a las familias una aportación simbólica, de cinco euros, “más que para ingresar para que se comprometan a asistir a las sesiones”. La primera clase tendrá lugar mañana jueves y será una “sesión exploratoria” con la finalidad de conocer a los usuarios, las necesidades especí­ficas de cada uno y así­ dividirlos en dos grupos. “Bongo”, de raza golden retriever, y “Osho”, un pastor alemán, son los perros adiestrados que acompañarán a los usuarios guiados por Óscar Maniega, técnico en terapias asistidas con animales, quien defiende realizar “sesiones lo más personalizadas posibles”. Él mismo los adiestra desde pequeños en La Torre del Valle, de donde es natural, según asegura “de forma especial” y explica que “son un punto medio entre un perro guí­a y un perro de asistencia” que “aportan más de lo que nosotros le damos”.