Universitarios conjugan reivindicación y ciencia…

Un grupo de jóvenes procedentes de varias universidades públicas de Madrid ha impulsado una jornada para divulgar la ciencia que, a su vez, denuncia la realidad de la investigación en España.

Comenzó ayer y el objetivo es “acercar la ciencia a la gente”, así­ como mostrar las dificultades por las que atraviesa. Fue hace tres años cuando dos asociaciones de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) decidieron impulsar una ”˜Semana de la Ciencia Indignada”™. Hoy en dí­a esta iniciativa ha sumado a otras 10 asociaciones de universitarios de la Comunidad de Madrid y se ha extendido por otras facultades. El objetivo sigue siendo el mismo: llevar la divulgación cientí­fica “a la calle y a los barrios” y denunciar la “falta de contacto entre la ciencia y la realidad”, así­ como criticar el estado “deplorable” de la investigación en España. Diego Merino es uno de los promotores de esta ”˜Semana de la Ciencia Indignada 2016”™, que durante dos semanas organiza conferencias por parte de profesores e investigadores de prestigio. Este estudiante de 20 años del grado en Fí­sica de la UCM afirmó que con esta acción se pretende hacer ver que “la ciencia es algo de todos y que afecta a nuestras vidas”. En este sentido, denunció en declaraciones a Servimedia que hoy en dí­a “es muy difí­cil trazarse un camino como investigador” y reconoció que los estudiantes de su entorno “están bastante preocupados por su futuro”. “Somos jóvenes y queremos tener una vida seria”, algo que se torna en tarea complicada cuando las becas de colaboración para estudiantes en determinados laboratorios son “a cambio de nada”, es decir, “sin cobrar”. Para Merino, el caso que trascendió hace unos dí­as sobre un joven biólogo al que la Universidad de Princeton le concedió una beca mientras se la habí­an denegado en España es un claro ejemplo de la conocida como ”˜fuga de cerebros”™ y señaló que, aunque “lo de Princeton es anecdótico”, sí­ que “hay una realidad detrás: que no se concedan suficientes becas”. Por esta razón “mucha gente, por no poder permitirse estar un año de investigador sin cobrar, se va fuera”, añadió. Las asociaciones que organizan estas jornadas elaboraron un manifiesto en el que denuncian que, al margen de la precariedad de la investigación, “se han dado casos como el cierre de investigaciones para curar el cáncer frente a la investigación en cosméticos”, y criticaron que la ciencia “se venda” a intereses económicos y comerciales. Otra de las cuestiones que este grupo de universitarios condenó es la brecha de género en el mundo de la investigación, y es que “a pesar de que las mujeres son más del 50% de las estudiantes universitarias, más del 80% de las cátedras son ocupadas por hombres”. También puede resultar espinoso que el Consejo Superior de Investigaciones Cientí­ficas (CSIC) tenga “más de un 60% de mujeres becadas” pero que, sin embargo, “el personal investigador contratado está constituido en más de un 75% por hombres”. Por último, estos estudiantes declararon que “la ciencia no es un lujo” y se centran en remarcar que el objetivo de la inversión en investigación “es generar conocimiento, base del posterior desarrollo cientí­fico”.