Una persona con tetraplejia publica…

Pí­o Francisco Abad Troya (Jimbura, Ecuador, 1980) acaba de publicar su segundo poemario, titulado ‘Poesí­a sobre ruedas’, en el que plasma vivencias y situaciones cotidianas desde que en 2008 sufrió un accidente que le provocó tetraplejia.

El autor, que sólo puede mover los músculos de la cara, se sirve de una herramienta tecnológica que mediante un sensor de infrarrojos identifica un adhesivo que le colocan en la nariz, con el que puede manejar su ordenador. Gracias a este dispositivo, Abad Troya escribe versos, se comunica con su familia en Ecuador, maneja su perfil en Facebook y adquiere formación. De hecho, hace unas semanas, el joven ecuatoriano se licenció en Abogací­a, estudios que ha cursado en la modalidad de enseñanza a distancia a través de la Universidad Técnica Particular de Loja, que tiene varias sedes en España.

Ante decenas de asistentes, el escritor ecuatoriano desveló las claves de su nuevo trabajo creativo y su filosofí­a vital desde la discapacidad: “No se puede dar tregua al conformismo cuando hay mucho que hacer, y más aún cuando se puede hacer. Escribir poesí­a para mí­ es más que un arte inclusivo que me permite llegar donde con mis pies no llego. Es un horizonte de posibilidades, de oportunidades, es un recodo de la vida en el que me refugio constantemente, cuando me acecha el desánimo y no encuentro salida. Es también un gesto de rebeldí­a, plasmado en una cartulina que lo soporta todo, incluso lo que yo diga”. La primera incursión literaria de Abad Troya fue en 2006, con ‘El sueño de los ausentes’, obra que también autoeditó. En estos dí­as el abogado tiene previsto viajar a Ecuador, donde podrá ver a su familia después de muchos años.