Una persona con paraplejia camina…

Sin necesidad de prótesis robóticas, ni implantes de ningún ningún tipo, ni exoesqueletos. Una persona con lesión medular que le obliga a vivir a una silla de ruedas ha empleado su propia capacidad cerebral para volver a caminar. Lo publica la revista ‘Journal of NeuroEngineering and Rehabilitation’ y es la primera prueba de concepto que demuestra que es posible utilizar el control cerebral directo para conseguir que las piernas de una persona con paraplejia, es decir inmovilizado desde la cintura, se vuelvan a mover sin depender de las extremidades robóticas controladas manualmente o de otros dispositivos de ayuda para caminar.

El único voluntario que ha participado en el estudio, que habí­a estado paralizado durante cinco años, logró caminar por una cinta de 3.66m de largo utilizando un sistema basado en el electroencefalograma (EEG). El novedoso sistema utiliza la señal eléctrica del cerebro del paciente para hacerlos viajar a través de los electrodos colocados alrededor de sus rodillas con el fin de crear movimiento.

Las personas con un paraplejia causada por una lesión de la médula espinal dependen de una silla de ruedas para moverse. La restauración de la marcha sigue siendo una necesidad clí­nica de alta prioridad. La mayor parte de los enfoques actuales para restaurar la deambulación después de la lesión incluyen el uso de exoesqueletos robóticos y sistemas eléctricos de estimulación funcional.

Lo que ahora aporta este trabajo de la Universidad de California-Irvine (EE.UU.) es un enfoque diferente. Se trata, explica An Do, una de las principales investigadoras involucradas en el estudio, de utilizar la propia capacidad de nuestro cerebro para generar señales eléctricas. «Incluso después de años de parálisis, el cerebro es capaz de generar ondas cerebrales potentes que pueden aprovecharse para permitir una marcha básica», señala la experta. Así­, continúa, «nosotros hemos demostrado que se puede restaurar la marcha intuitiva gracias al control con el cerebro después de una lesión de médula espinal».

Se trata de un sistema no invasivo que logra una estimulación muscular de la pierna, un método prometedor y que, en su opinión, supone un «un avance frente a otros métodos basados en la realidad virtual o en un exoesqueleto robótico».

Para que una persona logre a través de sus estí­mulos cerebrales mover las piernas precisa de un entrenamiento mental intenso. En este pequeño estudio piloto, el paciente sentado y con el gorro de electroencefalograma para leer sus ondas cerebrales se entrenaba para controlar al avatar en un entorno de realidad virtual. Pero además, requiere un entrenamiento fí­sico para reacondicionar y fortalecer los músculos de sus piernas.

A continuación tuvo que practicar la marcha estando suspendido a 5 cm del suelo para que pudiera mover libremente sus piernas sin tener que apoyarse. En su vigésima visita, tradujo sus habilidades para caminar en el suelo y gracias a un sistema que aguantaba su peso corporal se evitaronn las caí­das. Durante el perí­odo de prueba de 19 semanas, el paciente fue adquiriendo mayor control y capacidades. Los expertos ya están iniciando un estudio piloto en más pacientes. Pero, como señala Zoran Nenadic, «una vez que hemos confirmado la utilidad de este sistema no invasivo, podemos empezar en otros métodos invasivos, como los implantes cerebrales». Nenadic considera que con un implante se puede alcanzar un mayor control debido a que las ondas cerebrales se registran con mayor calidad. Además, el implante podrí­a entregar sensaciones al cerebro, lo que permitirí­a al usuario volver a sentir sus piernas». Desde luego, un gran paso para tratar las lesiones medulares.