Una obra que usa manos…

Andrew Dawson tiene manos bonitas, y lo sabe. Es meticuloso para humectarlas y tiene mucho cuidado cuando cocina, a pesar de que utiliza herramientas eléctricas sin dudarlo.Sus manos son las protagonistas de The Articulate Hand (La mano expresiva), una obra de teatro performance sobre cómo se dañaron las manos de diversas personas y el efecto que tuvo en ellas, tanto práctica como psicológicamente.

Es una colaboración entre Dawson y el neurólogo Jonathan Cole, y está apoyada por el Wellcome Trust (una organización de caridad que financia la investigación para mejorar la salud humana y animal). “Mezclo la actuación y el discurso y básicamente hablo de historias humanas”, dice Dawson. “Simplemente lo hago utilizando mi mano como vehí­culo, pero realmente hablo acerca de lo que es ser humano”.

En el espectáculo, que esperan realizar nuevamente este año, hablan sobre personas, quienes perdieron totalmente el uso de sus manos y le muestran al público, a través de los movimientos de su cuerpo, cómo es la vida de esta gente. “Busco ese equilibrio único entre la ciencia y el arte, para que los médicos y los investigadores aprendan algo sobre el trabajo que realizan desde una nueva perspectiva, sin que sientan que el performance no es para ellos. Y a su vez que el público (al que gusta) del arte aprenda algo sobre su propia estructura, sobre lo que significa ser humano sin confundirlo con la ciencia”.

En octubre en TEDMED, una reunión de destacados investigadores, pensadores y otros profesionales en el campo de los cuidados de salud, Dawson actuó segmentos muy impactantes de The Articulate Hand.

Para una sección (de la obra) adopta los movimientos de Debbie Graham, una mujer que se lesionó la espina dorsal cuando se sumergió en una piscina y se golpeó contra la pared. Graham se rompió el cuello, y como resultado quedó tetrapléjica.

Graham probó la tecnologí­a de manos biónicas llamada The Freehand System, que consiste en colocar electrodos debajo de la piel que están conectados a un receptor controlado con un radiotransmisor. De esta forma, cuando mueve su hombro hacia atrás y hacia delante logra que su mano se abra y se cierre. Cole escribió sobre Graham en un libro llamado Still Lives: Narratives of Spinal Cord Injury (Vidas inmóviles: Narrativas de las lesiones de la médula espinal). “Puede sostener un tenedor por sí­ misma o cepillo y peinar su cabello, y eso le da lo que más desea, que es la independencia”, dice Dawson.

Dawson y Cole se conocieron después de que él vio un documental de neurologí­a sobre un hombre que no podí­a sentir la posición relativa de sus articulaciones y miembros. Trabajaron juntos en una pieza llamada Process of Potrayal (Proceso de interpretación) que trata sobre las experiencias de la gente que está paralí­tica, o de las personas que tienen dificultades para moverse. Al reconocer las “extraordinarias manos” de Dawson y su talento artí­stico, para Cole tuvo sentido centrase en lo que serí­a su siguiente colaboración.

“La función de la mano humana refleja realmente la evolución del movimiento y la (las áreas de la) creatividad cerebro, y es una forma para reflexionar cómo nos definen nuestras manos al observar las consecuencias de perder su función”, dijo Cole a CNN. “Así­ que nuestro siguiente proyecto tení­a que ser sobre la mano y la neurologí­a”.

Cole explica en la página web de The Articulate Hand que hay partes del cerebro llamadas las zonas de la corteza motora y sensorial que son crí­ticas para la acción coordinada de la mano. Algo como la sensación que te ayuda a actuar, cuando buscas monedas en tu bolsillo (tienes que sentir el objeto para poder recogerlo sin ver).

Cole proporcionó los conocimientos cientí­ficos y los casos de los pacientes que inspiraron a The Articulate Hand. Cole y Dawson también crearon videos cortos para que la gente pueda ver cómo son en la vida real.

“Nunca etiquetamos como enfermedad a las condiciones, más bien mostramos a cada persona que vive con sus manos alteradas, y de esta manera le pedimos al público que vea más allá del problema de una sola persona”, dice Cole.

El espectáculo se presentó en Gran Bretaña en 2010 y en el Festival Mundial de la Ciencia en junio de 2011. El año pasado Dawson lo presentó en India en el evento de Wellcome Trust. Todaví­a examina múltiples posibilidades para 2012.

Dawson empezó queriendo ser actor, y después se interesó en la danza, estudió con el legendario bailarí­n y coreógrafo Merce Cunningham. También estudió teatro en Parí­s. Su interés en la pantomima comenzó a los 16 o 17 años, pero le da más crédito a su imaginación que a sus manos.

Además de The Articulate Hand, también creó y actuó en Space Panorama (Panorama espacial) que describe el aterrizaje del Apolo 11 únicamente con la ayuda de las manos de Dawson, y un espectáculo de baile que se llama Quatre Mains y se basa únicamente en las manos.

Si quieres intentar este tipo de actuación con tus manos, Dawson tiene un consejo: mantenlas en movimiento y ágiles.

“Hay muchos huesos allí­. Tienes más huesos en las manos y en los pies que en el resto de tu cuerpo. Necesitas mantenerlos flexibles”, afirma.