Una concejala de Cedeira en…

Emilia concurrió a las elecciones municipales en el número dos de la lista del PSOESi las barreras mentales resultan difí­ciles de franquear, las fí­sicas pueden convertirse en un obstáculo insalvable, una dificultad añadida para la vida diaria que genera rabia e indignación. Emilia Durán Fernández, maestra jubilada, lleva 16 años en silla de ruedas como consecuencia de una esclerosis múltiple progresiva. Concurrió a las últimas elecciones municipales en el número dos de la lista del PSOE de Cedeira y forma parte de la corporación local desde hace casi año y medio, cuando se constituyó.

La discapacidad no le impide trabajar ni plantear iniciativas, pero sí­ ocupar el lugar que le corresponde, junto a los demás concejales socialistas, en el salón de plenos. La configuración de esta dependencia -la zona reservada para los ediles se encuentra en una tarima, rodeada por una estructura fija- no le permite acceder a su bancada. Y la obliga a permanecer en un espacio intermedio entre los representantes públicos y las sillas dispuestas para los asistentes a las sesiones plenarias.

«Llevamos varios meses solicitando algún tipo de arreglo que ponga a todo el mundo en pie de igualdad», explica José Luis Vergara, portavoz socialista. Tras reiteradas «promesas incumplidas y dilaciones», afirma, por parte del ejecutivo que preside el popular Leopoldo Rubido, los ediles del grupo socialista decidieron, en el último pleno, celebrado hace un par de semanas, solidarizarse con Emilia y quedarse fuera del área destinada a los muní­cipes.

«Para nuestra pena -lamenta Vergara-, solo lo hicimos nosotros… para ponernos al mismo nivel que Emilia, porque nos parecí­a denigrante que estuviera allí­ sola». «Al edificio puedo entrar porque se instaló un ascensor [durante el anterior mandato, siendo alcalde el hoy portavoz de la oposición socialista], pero aún así­ es pequeño y tuve que cambiar la silla por una más estrecha, aprovechando que me tocaba sustituirla. Pero en el salón de plenos no hay manera», manifiesta la concejala. El angosto espacio de tránsito hacia los puestos que ocupan los ediles le imposibilita el acceso.

El popular Luis Rubido, portavoz del gobierno local, reconoce el problema y asegura que en un plazo de un mes podrí­a estar subsanado: «Va a hacerse un añadido con la misma estética, pero que la deje acceder a ella y estar a la misma altura que sus compañeros». ¿Por qué han tardado tanto? «No se hizo porque se buscan fórmulas antes de romper lo que hay y porque no hay partida presupuestaria. Ahora tenemos incluso un croquis y dependerá de lo que tarden los carpinteros», dijo.

Emilia pertenece a la Asociación Sociocultural de Discapacitados Sobre Rodas, de Cedeira, y está acostumbrada a enfrentarse a las barreras: «Ningún edificio público de Cedeira es accesible, salvo el auditorio municipal; ni la biblioteca ni el palacete que es usado para exposiciones y aula de informática ni la oficina de Correos…».