Una acción humanitaria inclusiva

Hace hoy un año, la Carta sobre la Inclusión de Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria fue lanzada por Naciones Unidas durante la Cumbre Humanitaria Mundial 2016.

Actualmente, 150 actores han firmado el documento, entre los que se incluyen 19 gobiernos, la Unión Europea, las agencias de Naciones Unidas, numerosas ONG internacionales y organizaciones de personas con discapacidad nacionales, regionales e internacionales.

El Gobierno español aún no figura entre los firmantes. Aunque la inclusión plena aún no es una realidad, “el lanzamiento de la Carta ha facilitado una dinámica inédita para involucrar a diferentes actores a favor de la inclusión de las personas con discapacidad en situaciones de emergencia”, señala Pla Cordero, quién también codirige el Comité Permanente Inter-Agencia de Naciones Unidas para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en la Acción Humanitaria.

Con la firma, los signatarios se han comprometido a “mejorar la planificación y la puesta en práctica” de la acción humanitaria de acuerdo a cinco pilares fundamentales recogidos en la Carta: la no discriminación; el acceso igualitario a servicios para todas las personas afectadas; la participación de las personas con discapacidad en la toma de decisión durante situaciones de crisis; la elaboración de lí­neas directrices y polí­ticas internacionales; y el intercambio de experiencia y cooperación entre todos los actores.

Entre las primeras medidas que se han puesto en marcha a nivel global, la Carta prevé el desarrollo de las Directrices para la Inclusión de las Personas con Discapacidad en Acción Humanitaria que están siendo desarrolladas desde principios de 2017 por un Comité Permanente Inter-Agencia (IASC, por sus siglas en inglés) que ha sido creado en julio de 2016 con este principal objetivo.