Un menor usuario de silla de ruedas, jugador paralí­mpico en un equipo de baloncesto, denunció este miércoles que le fue prohibido viajar en un avión de la compañí­a Ryanair que volaba desde Bruselas (Bélgica) hasta Madrid por ir en silla de ruedas.

íngela Descalzo, la responsable de la Escuela de Baloncesto en Silla de Ruedas del equipo en el que juega el joven, acompañó al joven a Bruselas y explicó los detalles de este suceso que considera ‘discriminatorio’.

Descalzo señaló que ambos volaron este martes a las 06.00 horas desde Madrid hasta Bruselas con la intención de presentar un proyecto a la Fundación Decathlón, en Villeneuve d’Ascq (Francia), para que esta entidad ayudara a la Escuela de Baloncesto con la donación de sillas de ruedas, material de seguridad y equipación deportiva, solicitud que fue aprobada.

Tanto Descalzo como el menor esperaron a que otros tres españoles finalizaran su presentación con otra petición de ayuda a la Fundación Decathlón para, junto con una representante de esta entidad en España, viajar todos por carretera hasta Bruselas.

Descalzo detalló que el vuelo de regreso partí­a a las 21.10 horas y el grupo de españoles llegaron al aeropuerto de Bruselas Sur Charleroi a las 20.50 horas. ‘Una vez en el control de seguridad, dejan pasar a los tres compañeros y a nosotros no. Alegaron que era muy tarde, que el menor no llevaba la pegatina para ponerla en la silla de ruedas que dan con el checking y razones de seguridad’, explicó.

‘Hicieron más hincapié en que no habí­amos llegado con dos horas de antelación y les dije que cierto, pero que mis compañeros llegaron una hora antes y pasaron, mientras que nosotros no’, agregó íngela Descalzo.

Descalzo defendió que podí­an haber superado el control de seguridad porque ‘eran unos 500 metros para subir al avión’. Además, afirmó que cuando llegaron al aeropuerto no habí­a servicio de asistencia para personas con discapacidad, a pesar de que lo habí­an pedido a la hora de realizar la solicitud de billete.

Por último, íngela Descalzo indicó que, ante este caso que calificó de discriminatorio, tuvieron que pernoctar en Bruselas para embarcar en el primer vuelo del miércoles,  ‘con un billete normal, sin ningún tipo de descuento’.