Denuncian ante el Defensor del Pueblo que varios agentes impidieron que el perro de asistencia de una persona estuviese suelto
Un vecino de Gandía (Valencia), M.A.S.L., acaba de remitir distinta documentación a la Defensora del Pueblo, así como a la Oficina Permanente Especializada (OPE) del Consejo Nacional de Discapacidad y al Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), en la que se expone que se vulneraron sus derechos fundamentales al prohibírsele que su perro de asistencia estuviese suelto en determinadas zonas ajardinadas de esta localidad.
M.A.S.L., por ello, arremete contra los agentes de la Policía Local de la localidad, quienes, supuestamente y siempre según la versión del afectado, le indicaron que su perro no podía estar suelto cuando lo estaba entrenando. Los hechos ocurrieron en dos días distintos, el 28 de junio y el 18 de julio de este año y, con el fin de denunciar la situación y que se tomen las medidas oportunas, M.A.S.L. puso el incidente en conocimiento de las citadas entidades.
El perjudicado alega que, cuando sucedieron los hechos, se hallaba entrenando a su perro, de nombre Eddie, con el fin de inculcarle las destrezas precisas para que pueda asistir a niños y niñas con autismol. Argumenta que la ordenanza municipal permite la presencia de perros sueltos entre las siete y las diez de la mañana, y que cumplió con este horario. Además, por último, apunta que los hechos suponen una vulneración de los preceptos recogidos en la Ley 12/2003, de 10 de abril, de la Generalitat Valenciana, sobre Perros de Asistencia para Personas con Discapacidad.