Un marcador de cáncer de…

Una nueva investigación de la Escuela Bloomberg de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, sugiere que la proteí­na queratina 17 -cuya presencia se utiliza en el laboratorio para detectar y clasificar diversos tipos de cáncer- no es sólo un biomarcador de la enfermedad, sino que puede jugar un papel crí­tico en el crecimiento del tumor.

Esta nueva comprensión de cómo funciona la queratina 17, según los investigadores, podrí­a llevar al desarrollo de mejores métodos para detectar y prevenir el cáncer e identificar nuevas dianas para el tratamiento terapéutico, como exponen en un artí­culo sobre su trabajo publicado en la revista ‘Nature Genetics’. “La queratina 17 es un marcador sensible para varios tipos de cáncer y otras enfermedades agudas y crónicas que afectan a la piel, pero no se sabí­a si se trataba de un conductor de la enfermedad o simplemente un espectador inocente”, explica el autor principal del estudio, Ryan P. Hobbs, del Departamento de Bioquí­mica y Biologí­a Molecular de la Escuela Bloomberg.

La queratina 17 se encuentra en los folí­culos pilosos sanos, uñas y glándulas, pero no en epidermis sanas, la capa más externa de la piel. Sin embargo, surge en los cánceres de piel de células basales y el cáncer de células más escamosas, y su aparición en estos escenarios precede a la aparición real de crecimiento del tumor.

Otros investigadores han determinado que la cantidad de queratina 17 presente en otros tipos de tumores como en los de mama, cuello uterino, pulmón y páncreas puede indicar cómo de agresivo es y ayudar a determinar el pronóstico de un paciente. Hobbs y sus colegas dicen que la queratina 17 no causa el cáncer en sí­, pero promueve una respuesta inflamatoria e inmune que puede permitir que la enfermedad se desarrolle de manera más agresiva. “La queratina 17 es como un pedal del acelerador -pone como ejemplo el autor principal del estudio, Pierre A. Coulombe, profesor y presidente del Departamento de Bioquí­mica y Biologí­a Molecular de la Escuela Bloomberg–. Maneja un tipo especí­fico de inflamación sostenida que ayuda al cáncer a convertirse en un cáncer”.

Los investigadores trabajaron con ratones modificados genéticamente para desarrollar cáncer de piel, en este caso, carcinoma de células escamosas inducidos por VPH-viral, basándose en la investigación previa de Coulombe en el carcinoma de células basales, la forma más común de cáncer de piel. Cuando examinaron estos modelos en ausencia completa de queratina 17, se retrasó significativamente la aparición de los tumores, lo que se correlaciona con una respuesta inflamatoria e inmune disminuida de manera relevante.