Un hospital aplicará la hipotermia terapéutica en recién nacidos para reducir el riesgo de discapacidad
La Unidad de Neonatología del Hospital Materno Infantil Miguel Servet de Zaragoza va a disponer de una nueva tecnología para tratar casos de recién nacidos que han sufrido falta de oxigenación o flujo sanguíneo al cerebro, gracias a una inversión de 35.000 euros. El objetivo es reducir la mortalidad e intentar evitar discapacidad en casos tan complejos.
La técnica, que requiere una formación exhaustiva del personal de Neonatología, ya ha logrado buenos resultados en otros centros sanitarios. Consiste en bajar la temperatura corporal del bebé a 33,5 grados y mantenerlo a esa temperatura durante 72 horas. Transcurrido ese tiempo, se debe reiniciar el recalentamiento hasta alcanzar una temperatura normal en torno a los 36,5 grados.
El doctor Segundo Rite Gracia, de la Unidad de Neonatos del Hospital Infantil, ha explicado que “diversos ensayos clínicos han demostrado que la reducción de la temperatura corporal en 3 o 4ºC (hipotermia moderada) mediante un enfriamiento corporal total o selectivo de la cabeza, iniciado precozmente (antes de las seis horas de vida) y mantenido durante 72, es una intervención eficaz para reducir la mortalidad y la discapacidad mayor en los niños que sobreviven tras una agresión hipóxico-isquémica perinatal”.
La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) es una causa importante de daño neurológico agudo en el recién nacido a término o casi término tras un problema previo al parto que condiciona una falta de oxigenación y flujo sanguíneo al cerebro. Cada año nacen en España entre 500 y 1.500 bebés con una EHI significativa (moderada/grave), lo que supone un grave riesgo de mortalidad neonatal y de discapacidad neurológica a largo plazo.