Un grupo de cientí­ficos dibuja…

Una investigadora, en la imagen, investiga sobre el genoma humano.

Un equipo internacional liderado por investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) logró ‘dibujar’ el mapa más completo de cómo las proteí­nas que determinan las caracterí­sticas morfológicas de los seres vivos regulan la función del genoma.

Precisamente, sus estudios demuestran que, a pesar de que en la dotación de genes los mamí­feros no se diferencian tanto de los insectos, sí­ tienen una mayor complejidad en cómo regulan su función. La biologí­a del desarrollo busca explicar cómo se forma un ser vivo desde que está constituido por una sola célula hasta que es un ser independiente, con un intrincado conjunto de sistemas interconectados funcionalmente. Durante el desarrollo embrionario, las células se organizan espacialmente y, dependiendo de su posición en el embrión, deciden qué grupos de genes activar para especializarse hacia la formación de tejidos en la diversidad y disposición caracterí­stica de cada especie.

Uno de los sistemas genéticos más importantes en la codificación de esta información posicional está constituido por las proteí­nas Hox y sus cofactores. El sistema Hox permite establecer la orientación cabeza-cola, decidiendo a qué altura se forman los distintos órganos, huesos, etcétera. También establece los ejes principal y secundario de las extremidades, marcando dónde se tienen que formar las partes del brazo y diferenciando los dedos de la mano (por ejemplo, el pulgar del meñique), así­ como distintas regiones del corazón y el sistema circulatorio, explica el CNIC.

Asimismo, los investigadores descubrieron que las alteraciones en este sistema son directamente responsables de varios tipos de leucemia y malformaciones congénitas. Los genes que fabrican las proteí­nas Hox están presentes en todos los animales y muestran un sorprendente parecido en cuanto a su organización y activación en todos ellos, desde artrópodos al ser humano. En este trabajo, cientí­ficos del CNIC liderados por el director del Departamento de Desarrollo y Reparación Cardiovascular, el doctor Miguel Torres, y sus colaboradores en Milán, Moscú y Berlí­n, han catalogado y analizado exhaustivamente miles de regiones del genoma donde se unen los cofactores de las proteí­nas Hox. La función de estos cofactores consiste en dirigir la unión de las proteí­nas Hox a puntos concretos del ADN y traducir así­ la posición de cada célula en la expresión del conjunto de genes adecuado al tipo celular y la estructura que se debe formar en esa posición.