Cerca de 200 niños, con edades comprendidas entre los 5 y los 10 años, aprendieron jugando en la Playa del Sardinero (Santander), del 5 de agosto al 9 de septiembre, qué es la discapacidad.

A través de la IV edición del taller ¡A jugar juntos!, organizado por las concejalí­as de Autonomí­a Personal y Medio Ambiente, pudieron comprobar en primera persona las dificultades que conlleva realizar actividades cotidianas, como el juego, sentados en una silla de ruedas o con sus ojos tapados con un antifaz. El taller, que tuvo un carácter eminentemente práctico y participativo, también enseñó a los más pequeños pautas sobre el comportamiento y el lenguaje correcto a la hora de relacionarse con niños que tienen alguna discapacidad, según explicó el concejal responsable del área, Roberto del Pozo. “Una vez más quisimos y conseguimos que los niños descubrieron que todos podemos compartir y convivir en perfecta armoní­a”, subrayó el edil, quien incidió en que, para ello, se organizaron todo tipo de propuestas como juegos de pelota en silla de ruedas, pintura con los pies y boca o carreras simulando tener movilidad reducida.

Por último, Del Pozo hizo hincapié en que también se trabajó sobre la discapacidad sensorial, mediante el desarrollo de juegos en los que los niños simularon ser personas ciegas o sordas, bien con los ojos tapados mientras otros compañeros les ayudaban dándoles indicaciones de orientación o, en el caso de la discapacidad auditiva, a través de actividades en lengua de signos.