Un estudio permite avanzar en…

En la imagen, un investigador clí­nico.Expertos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han realizado un estudio en el que se analiza la rotura de la doble cadena del ADN por bisturí­s moleculares para iniciar la reparación de un error genético, un proceso que en la naturaleza requiere tan sólo una millonésima de segundo y que ahora se puede reproducir, paso a paso, gracias a los datos obtenidos por cristalografí­a de rayos X.

La importancia del estudio, publicado por la revista Nature Structural & Molecular Biology, radica en que podrí­a permitir que si se emula el modo en el que actúa de forma natural el ADN, se puedan reparar daños genéticos que producen algunas enfermedades.

Como explica el investigador Guillermo Montoya, este tipo de terapia basada en la reparación del gen mutado o alterado podrí­a ser exitosa especialmente en aquellas enfermedades, hereditarias y no hereditarias, en las que el error genético no afecte a todas las células del organismo, sino a un tipo celular concreto, como puede ser el caso de ciertas enfermedades que afectan al sistema inmune, cuyas células se producen principalmente en la médula ósea.

Los bisturí­s moleculares, que básicamente son enzimas, son en la actualidad una herramienta fundamental de la investigación básica, pero poco a poco empiezan a tener aplicaciones prácticas que implican el desarrollo de organismos genéticamente modificados. “Muchas de estas enzimas rediseñadas”, afirma Guillermo Montoya, “ya se han empleado para modificar plantas”. Tanto este tipo de enzimas como otras familias de proteí­nas se están empleando para modificar organismos. Actualmente diferentes grupos se están centrando en desarrollar y validar familias de herramientas que serán utilizadas para modificar y editar genomas

De esta forma, en un mundo en el que las previsiones dicen, por ejemplo, que el crecimiento de la población superará la capacidad de producción de alimentos, será necesario mejorar el rendimiento de determinados recursos, como cultivos o ganado, según explica este experto, que la industria farmacéutica podrá beneficiarse también de este tipo de técnicas.