Un arquitecto técnico con discapacidad…

En la imagen, instalaciones de una facultad.Antonio Espí­nola, de 28 años y con un 37% de discapacidad auditiva, lo que le obliga a llevar audí­fonos, pretende concluir el próximo año una tesis doctoral en la que quiere aunar los recursos humanos, la accesibilidad y la prevención de riesgos laborales, con el fin de que sirva de guí­a para que las empresas tengan en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad.

En una entrevista con Servimedia, Espí­nola señala que desde pequeño siempre fue muy entusiasta del diseño y de la arquitectura, lo que le llevó a estudiar en la Universidad de Granada. Concluyó sus estudios universitarios en 2010 y al año siguiente conoció a Antonio Tejada, cofundador de La Ciudad Accesible, que le introdujo en un mundo desconocido que ahora le ocupa gran parte de su tiempo.

 

“La accesibilidad era algo desconocido para mí­ porque en la carrera nadie me habí­a hablado de ello”, recalca, antes de comentar que en 2011 hizo un Máster de Accesibilidad Universal y Diseño para Todos organizado por la Fundación ONCE en la Universidad de Jaén, a lo que añadió después un máster en prevención de riesgos laborales. De esta manera, Espí­nola es arquitecto técnico, ingeniero en la edificación, técnico superior en prevención de riesgos laborales y experto en accesibilidad, y trabaja desde 2011 en La Ciudad Accesible coordinando el área de prevención y organizando cursos de formación.

Apasionado de los recursos humanos, la accesibilidad y la prevención de riesgos laborales, pretende aunar estas tres disciplinas en una tesis doctoral que pretende presentar el próximo año desde la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Granada.

Después de realizar estudios comparativos sobre normativa, trabaja ahora en una encuesta con la que quiere recoger la realidad laboral de las personas con discapacidad, para emprender después un estudio de “cuáles son las medidas idóneas de accesibilidad y prevención que se deben aplicar en cualquier entorno, organización o espacio, pero sobre todo organizaciones, que incluyen a empresas, asociaciones, hospitales…”. “Con la encuesta pretendo comprobar el grado de implicación que han tenido las empresas con las personas con discapacidad y, sobre todo, si éstas han tenido dificultades en su trabajo”, apuntó.

Por último, la tesis doctoral servirá, según agregó Espí­nola, para “demostrar que las personas con discapacidad no están totalmente integradas”, con lo que propondrá medidas para solventar las dificultades, de manera que este trabajo podrí­a utilizarse como “guí­a de ayuda o manual de concienciación” para las empresas cuando contraten a personas con discapacidad.