Tráfico destinará 7,2 millones para frenar la accidentalidad en vías secundarias, motoristas y furgonetas
La Dirección General de Tráfico (DGT) desarrollará en los próximos meses siete medidas orientadas a frenar la accidentalidad en las carreteras y que se centran en las vías secundarias, los motoristas y las furgonetas, para las que destinará 7,2 millones de euros.
Así lo anunció este jueves el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, al presidir en Mérida (Badajoz) un acto de celebración del 20º aniversario de la Escuela de Tráfico de la Guarcia Civil. Fernández Díaz señaló que en lo que va de año se han registrado 295 accidentes mortales en las carreteras, en los cuales han fallecido 349 personas. Ante estos datos, presentó un paquete de medidas que pondrá en marcha la DGT para reducir la siniestralidad en las carreteras en las que tiene competencias. Esas medidas se centran en tres áreas: carreteras convencionales, donde el año pasado murieron 913 personas (el 81% de los fallecidos en las vías inteurbanas) y en las que Interior quiere mejorar los niveles de seguridad y evitar salidas de la vía y colisiones frontales; motoristas, un colectivo que aumentó la siniestralidad en 49 fallecidos más el año pasado respecto al anterior, y furgonetas, que son el tercer tipo de vehículo más implicado está en los accidentes de tráfico. Una de esas medidas es la instalación de bandas sonoras dispuestas longitudinalmente en sentido de la marcha tanto en los arcenes como en el eje central de la calzada que delimita la separación de carriles, con el fin de evitar salidas de vía o colisiones frontales por desplazamiento al carril contrario. Se colocarían durante cinco meses en unos 3.000 kilómetros de tramos calificados como especialmente peligrosos, con un presupuesto de cinco millones de euros. Además, Tráfico limitará las zonas de adelantamiento en los tramos de concentración de accidentes causados por la realización de esta maniobra, mediante una doble línea continua que se reforzaría con líneas más anchas y balizadas donde sea posible. Esta medida, que implicaría una reducción de 20 fallecidos al año, también se desarrollaría en cinco meses, a lo largo de 1.000 kilómetros y para la que la DGT gastará un millón de euros. Otra acción es instalar señales luminosas que adviertan de la presencia de vehículos en 40 intersecciones peligrosas, con un gasto de un millón de euros. Fernández Díaz prevé que esta medida suponga 20 muertos menos al año en las carreteras.