VUELTA A CLASE. TÉCNICAS PARA PLANIFICAR TU ESTUDIO ESTE TRIMESTRE
Tras el periodo de descanso vuelven las clases y, con ellas, el reto de organizar las tareas, trabajos y exámenes que nuestros niños tendrán a lo largo de este trimestre.
En esta entrada os proponemos algunas estrategias que facilitarán la planificación del tiempo y los recursos para mejorar la eficiencia y reducir la fatiga producida por las largas horas de estudio.
- LLEVAR LA AGENDA DE CLASE AL DÍA
La agenda escolar es un recurso imprescindible para la buena planificación del estudio. Es recomendable crear el hábito desde edades tempranas tomando apuntes de los deberes, tareas y exámenes diariamente.
Podemos ayudar al niño a familiarizarse con su uso leyendo juntos todos los apartados, poniendo etiquetas, gomets, separadores, etc.
Profesores: Designar un espacio en la pizarra para escribir exámenes y tareas (sin borrar) y dedicar los últimos 5 minutos de clase para asegurarnos que todos los niños toman apuntes. Hacer revisiones de la agenda frecuentemente, sobre todo a aquellos alumnos que tienen mayores dificultades.
Alumnos: Llevar la agenda a clase todos los días y tenerla en la cajonera para poder sacarla en el momento que se escriban los deberes en la pizarra. Llevar la agenda a casa diariamente y revisarla antes de empezar a estudiar.
Familias: Antes de ir a clase, comprobar que el niño lleva la agenda en la mochila. Al llegar a casa, comprobar que la tiene y revisar los deberes y exámenes que tiene ese día, semana y mes para ayudarle a planificarse, así como notas del profesor/a.
- UTILIZAR CALENDARIOS
Otro elemento que nos va a apoyar visualmente en la organización es el uso de calendarios. Recomendamos tenerlos siempre en un lugar visible mientras el niño estudia (tablón, pizarra, corcho, etc.) y que sea accesible para poder escribir y mantenerlo actualizado (materiales en los que se pueda escribir, pegar imanes, etc.)
Los calendarios con vista semanal nos permiten escribir con detalle los deberes (no es necesario volver a copiarlos, es suficiente con escribir el nombre de la asignatura o la categoría p. ej. Lengua, ejercicios de ortografía).
La vista mensual nos aporta una visión general a un plazo de tiempo mayor, por lo que es adecuada para anotar trabajos y exámenes.
Profesores: Facilitar los hábitos de estructuración teniendo modelos de estos calendarios en el aula y mantenerlos actualizados.
Alumnos: Elegir los calendarios que más nos gusten y se adapten a nuestras necesidades (espacio, tamaño, edad), responsabilizarnos de mantenerlo actualizado y consultarlo diariamente antes de estudiar.
Familias: Revisar semanalmente las tareas, mantener un seguimiento de los trabajos y exámenes y dialogar con el niño frecuentemente.
- ESTRUCTURAR LA SESIÓN DE TRABAJO
Imaginemos que estamos en un entrenamiento de educación física. Si comenzamos realizando ejercicio brusco podemos lesionarnos o desistir al poco tiempo de empezar.
En una sesión de estudio el “músculo” que vamos a ejercitar será nuestro cerebro. Para no sobrecargarlo es importante que, antes de empezar, elaboremos una estrategia en la que llevemos a cabo “calentamientos” y “estiramientos” para terminar. Para ello os proponemos lo siguiente:
- Empezar con una actividad fácil: puede ser una tarea sencilla, creativa o de una asignatura que nos sea fácil.
- Continuar con una actividad de dificultad media: ejercicios, lectura, cálculo, etc.
- Desarrollar la tarea de mayor exigencia: elaboración de contenido, desarrollo, asignatura de mayor dificultad, estudio intensivo, simulacro de examen, etc.
- Finalizar con una actividad sencilla: para terminar la jornada dedicamos la última parte a una actividad sencilla, puede ser parte de los deberes o crearla nosotros, por ejemplo, una actividad creativa, manipulativa o deporte de intensidad débil.
- DESCANSAR
Dentro de la planificación de nuestra sesión es imprescindible incorporar tiempo para hacer descansos. Es recomendable hacer una pausa activa de 5 a 10 minutos por cada 45-50 minutos.
Alargar el tiempo de descanso aumenta la dispersión y disminuye el rendimiento. No descansar provoca sensación de fatiga y diluye la concentración.
- INTEGRAR EL APRENDIZAJE
No existe un solo método para aprender y es la variedad de estímulos, que implica todos nuestros sentidos y habilidades, la que refuerza el aprendizaje. Asimilamos los contenidos cuando somos capaces de transformarlos en algo comprensible para nosotros y ponerlos en práctica. La búsqueda de sentido (para qué estudio esto) influirá decisivamente en la disposición del niño a la tarea.
Podemos mejorar la motivación facilitando el contenido a través de las diferentes vías de aprendizaje, utilizando una combinación de herramientas visuales, auditivas y kinestésicas que otorguen un sentido integral a aquello que se está estudiando.
Al mismo tiempo, favorecer que el niño elabore la información desde su propio mundo interior, sin alterar el significado de lo que se está estudiando para, una vez “digerido” ponerlo en práctica a través de diferentes canales de expresión.
Profesores y familias: poner a disposición del niño el contenido a través de una variedad de materiales visuales (pictogramas, fotografías, cine, documentales, noticias, mapas mentales, etc.) auditivos (narraciones, música, audiolibros, etc.) y kinestésicos (experiencias corporales).
Ofrecer diferentes soportes para la expresión visual (pintura, escritura, cámara), auditiva (grabaciones, instrumentos) y kinestésica del niño (teatro, mímica, danza).
Para esta opción es ideal el trabajo por proyectos.
Alumnos: Explorar el contenido desde diferentes perspectivas, profundizar en su significado y crear algo nuevo a través de nuestra experiencia con esa información.
- EVALUAR LA SESIÓN
Una vez trabajada la información el niño estará preparado para aterrizar lo aprendido y evaluar su capacidad de asimilación. Para ello es conveniente utilizar métodos similares a aquellos a por los que vaya a ser evaluado por sus profesores (preguntas orales, presentación, redacción, examen, etc.).
Recomendamos, sea la edad que sea, jugar a interpretar el rol de maestro y elaborar sus propios apuntes, resúmenes, esquemas y métodos de autoevaluación.
Una vez que dominan el tema, estarán preparados para enseñarnos a los adultos todo lo que han aprendido y, por qué no, evaluarnos.
Esperamos que estos consejos os sean útiles.
¡Éxito en este segundo trimestre!