Siete de cada diez jóvenes…

Una joven con discapacidad, en la imagen, en su puesto de trabajo.Siete de cada diez jóvenes con discapacidad, menores de 25 años y en paro, aún no ha tenido su primera experiencia laboral debido, sobre todo, a los prejuicios asentados en el seno empresarial y la sobreprotección familiar.

Estas son algunas de las conclusiones de un estudio elaborado por la Fundación Adecco y la empresa Terminales Canarios mediante una encuesta realizada a 400 jóvenes con discapacidad residentes en España, y que también desvela que el 62,4 % de este colectivo está desempleado. La crisis económica, recuerdan los expertos, ha disparado la tasa de paro de los jóvenes españoles menores de 25 años hasta el 55 %, frente al 26 % del conjunto de la población.

Pero, si además de ser joven se tiene una discapacidad, la discriminación es doble ya que a las dificultades derivadas de su inexperiencia laboral, se añaden prejuicios y estereotipos. Entre estos, el informe destaca la creencia de algunas empresas de que los trabajadores con discapacidad requieren elevados costes de adaptación y que incrementar el absentismo. Otro de los problemas radica en las propias personas discapacitadas que suelen tener baja autoestima y motivación, así­ como escasa confianza en sus posibilidades de encontrar un empleo.

Una situación a que se añade la sobreprotección familiar, que muchas veces se convierte en un obstáculo para que la persona alcance autonomí­a e independencia. Ello explica, según el informe, la menor tasa de actividad de este colectivo (36,2 %) frente al del conjunto del paí­s (60 %). Según el 60 % de los encuestados, ser joven es un obstáculo añadido para encontrar empleo, mientras que el 63 % opina que tener discapacidad es una dificultad añadida.

Frente a ellos, un 10 % cree que tener certificado de discapacidad le beneficia a la hora de acceder al mercado laboral. La crisis económica ha situado en 23 años la edad media en la que los jóvenes españoles se incorporan al mercado laboral frente a los 19 con los que lo hací­an en 2005. Respecto a la estructura familiar de los jóvenes con discapacidad que viven en España, el informe refleja que el 72,5 % vive con sus padres, cifra que se eleva al 90 % en el caso de los menores de 25 años y disminuye hasta el 64 % entre los 26 y los 30 años.