Semillas de chí­a, el ”˜superalimento”™…

En las ensaladas, en el yogur, en postres o en purés, las opciones que ofrecen las semillas a la hora de cocinar son múltiples, como también sus beneficios para la salud.

Desde hace tiempo se ha extendido su consumo y cada vez, son más las personas que las incorporan a su dieta diaria por sus propiedades y efectos saludables. Si optamos por las semillas de chí­a y añadimos un puñado de 20 gramos a la leche del desayuno, potenciamos el valor proteico de la leche, inyectando al organismo una carga extra de energí­a, con un aporte de tan sólo 32,81 kilocalorí­as. Además, debido a que son una gran fuente de antioxidantes, van a ser de gran ayuda a la hora de prevenir los efectos nocivos de los radicales libres y el envejecimiento prematuro.

Destaca también su aporte en hierro, siendo muy beneficiosas para aquellas personas con anemia, además de aportar magnesio, manganeso, cobre y zinc al organismo. También ayudan a favorecer el tránsito intestinal y nos mantienen saciados más tiempo gracias a la fibra soluble que contienen.

Las semillas de chí­a son una buena fuente de ácidos grasos Omega-3, contribuyendo a controlar el colesterol LDL o «malo», y manteniendo la piel cuidada. No hay que olvidar su aporte en calcio, que las hace especialmente interesantes para las mujeres en menopausia, los niños y las personas de edad avanzada, puesto que este mineral fortalece los huesos y los dientes y ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis. Las semillas de chí­a no contienen gluten, por lo que los celí­acos también pueden beneficiarse de sus grandes propiedades.