Seis hospitales españoles acogerán un ensayo clínico para evitar recaídas en leucemia infantil
La Fundación Cris Contra el Cáncer presentó la campaña ”˜#uvasdevida”™, una iniciativa para recaudar fondos para poner en marcha la segunda fase del Proyecto Lydia, un ensayo clínico con niños con leucemia aguda que dirige el doctor Antonio Pérez y que se desarrolla en seis hospitales españoles.
En declaraciones a los medios de comunicación, el doctor recordó que trabaja en la investigación del cáncer infantil desde 2006, centrándose especialmente en cómo fortalecer el sistema inmunológico y generar una herramienta con células que son capaces de detectar las malas e “iluminarlas”. En 2011 empezaron a aplicar los avances del laboratorio “a la práctica clínica diaria”, para frenar la leucemia en los niños sometidos a tratamientos tradicionales y que volvían a recaer, especialmente los casos de “leucemia refractaria, que es igual a muerte”.
El nuevo ensayo se llevará a cabo en seis hospitales españoles, con la participación de unos 25 médicos y sus equipos: Hospital de Cruces de Baracaldo, Carlos Haya de Málaga, Hospital de Badajoz, Virgen de la Arrixaca de Murcia, y los hospitales 12 de Octubre y La Paz, de Madrid. Los equipos colaboradores esperan los permisos de los comités de ética y de la Agencia Española del Medicamento para seguir trabajando.
Si el primer objetivo es “no hacer daño”, ahora tratarán de curar a niños desahuciados y que les llegan “en condiciones clínicas muy malas”. De momento los investigadores han podido “rescatar” a uno de cada tres pequeños para un segundo tratamiento, lo que les ha valido numerosos reconocimientos internacionales.
El nuevo reto de la fundación es recaudar 360.000 euros para costear el ensayo, que tiene una duración estimada de dos años. El doctor subraya su importancia, pues “el riesgo de recaída hasta diez años después de haber terminado el tratamiento sigue estando ahí y una recaída de una leucemia es una muy mala noticia, porque las posibilidades de curación disminuyen drásticamente”. “Si somos capaces en esta fase de no enfermedad aparente de administrar un tratamiento que hemos visto que no es tóxico, cuyo objetivo es disminuir la probabilidad de recaída un 20%, estamos muy cerca de adquirir lo que llamamos curación completa”, agregó.