El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, explicó que Sanidad gastó 149 millones de euros en 2014 en tratamientos para la hepatitis C, “en fórmulas menos eficaces que las que tenemos ahora”, y nunca se dejó de atender a estos pacientes.

Alonso señaló, en una entrevista, que 2015 “será un año decisivo” para las personas infectadas por el virus de la hepatitis C, ya que espera que el Sistema Nacional de Salud (SNS) dé respuestas lo antes posible a las personas que están a la espera de tratamiento.

Destacó que “en los próximos dí­as” el porfesor Joan Rodés presentará el Plan Estratégico sobre Hepatitis C que está ultimando, en donde se ofrecerá la radiografí­a de la enfermedad, “cuántos pacientes hay afectados, qué tipo de virus tienen y en qué fase de la enfermedad se encuentran”.

El ministro lamentó la denuncia que ha interpuesto contra él y su antecesora en el cargo, Ana Mato, una asociación de enfermos de hepatitis C, de la que dijo que “ha optado por el ruido. Cuando llegué al Ministerio primero se manifestaron y no me dieron opción al diálogo”,, dijo, mientras que esta asociación sostiene que el ministro se ha negado a recibirles.

Sobre los recortes en las prestaciones de los funcionarios que son atendidos por aseguradores privadas, Alonso reconoció que “ha habido cambios” en lo referido a Muface e Isfas, pero agregó que se reunió con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristobal Montoro, y que éste asumió el compromiso de que los pacientes que estén en tratamientos oncológicos puedan continuar con los mismos médicos, y recalcó que “la obligación de las aseguradoras es dar la misma asistencia y prestaciones”.

Por último, el titular de Sanidad minimizó el colapso que sufren las urgencias de muchos hospitales y lo achacó a la epidemia de gripe, mientras que alabó el trabajo realizado por los profesionales sanitarios. Por último, reconoció que no ha dejado de fumar, aunque se lo habí­a propuesto.