¿Qué son las funciones ejecutivas?¿En…

 

 Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognitivas que hacen que podamos formular, planificar y ejecutar los pasos necesarios para lograr objetivos, así como reajustar nuestra conducta para reconducirla y tener éxito en la tarea que nos hemos propuesto.

 

Veámoslo con un ejemplo, una niña está jugando a las construcciones y quiere hacer una torre con cubos. Para ello, podríamos decir, simplificando, que sigue los siguientes pasos: mira cuáles son los cubos que tiene a su alcance, selecciona aquellos que quiere que formen parte de su torre, se mueve para ir a por ellos, los empieza a apilar, se da cuenta de que haciéndolo de esta forma se va a caer la torre porque está poniendo los grandes encima de los pequeños, lo corrige y cambia el orden para darle estabilidad a su figura. En este ejemplo, se han visto involucradas algunas de las funciones ejecutivas para que pueda lograr su objetivo que es construir la torre, como la planificación, toma de decisiones, flexibilidad cognitiva, monitoreo, entre otras.

Una misma actividad puede realizarse para entrenar diferentes funciones ejecutivas ya que están interrelacionadas, únicamente se parcelan para hacer su comprensión más sencilla. A pesar de haber un gran número de estudios al respecto y ser un tema de interés para la neuropsicología, a día de hoy no hay consenso entre autores en una definición precisa de las funciones ejecutivas. Se suele señalar que se localizan en la corteza prefrontal del cerebro. De forma sencilla, podríamos decir que las funciones ejecutivas engloban:

– Velocidad de procesamiento: cantidad de información que podemos procesar en un determinado tiempo o el tiempo que tardamos desde que nos llega el estímulo al que tenemos que dar respuesta y la misma. Un ejemplo de esto último podríamos visualizarlo con la siguiente situación: imaginemos que estamos parados delante de un semáforo, la velocidad de procesamiento sería el tiempo que tardamos desde que se pone la luz en verde (aparición del estímulo al que tenemos que dar respuesta) y empezamos a levantar el pie del freno para reanudar la marcha (respuesta).

– Memoria de trabajo u operativa: encargada de mantener información durante un periodo muy breve de tiempo de distintos tipos de información. Podemos imaginar que le decimos a nuestro hijo cuatro órdenes seguidas. Por ejemplo: ve a la habitación, ponte el pijama, lávate los dientes y cuando vuelvas al salón, tráeme el papel de la excursión. La memoria de trabajo retendrá esas instrucciones para llevar a cabo con éxito las acciones. Como vemos, si tiene dificultades con esta capacidad podríamos pensar erróneamente que no obedece, ya que no realiza lo que hemos pedido.

– Fluidez verbal: entendida como la forma de rescatar lo que hemos memorizado con carácter verbal hace tiempo para usarlo en el momento adecuado.

– Inhibición: controlar aquellos impulsos que nos lleven a dar una respuesta no adecuada, que no nos ayuda a la consecución de nuestro objetivo. Manejar las distracciones que puedan surgir mientras desarrollamos la tarea.

– Flexibilidad cognitiva: capacidad que nos permite cambiar nuestra conducta para adaptarla a las necesidades del momento y así conseguir realizar la tarea de forma óptima.

– Planificación: anticipamos los pasos a seguir para llevar a cabo un plan secuenciando sus eventos en subtareas.

– Monitoreo: capacidad de evaluar la propia conducta y modificarla en función de si nos aleja o acerca a la meta deseada. También incluye la conciencia sobre los efectos que pueden tener nuestras acciones.

– Iniciativa: habilidad para comenzar una tarea sin ser incitado a ello. Un ejemplo sería el niño que está jugando con su ordenador y sabe que tiene que dejarlo para comenzar a realizar sus tareas escolares.

Si existen dificultades en las funciones ejecutivas puede llevarnos a tener faltas de atención, baja velocidad para procesar la información, desregulación emocional o impulsividad, entre otros síntomas. Todo esto repercute marcadamente en el día a día de la persona afectada. De hecho, hay una amplia y demostrada relación entre el éxito académico y estas capacidades.

Una vez comprendido qué son las funciones ejecutivas y su importancia en el día a día. Se propondrán próximamente algunas aplicaciones y recursos web para potenciarlas.

 

 

 

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