¿Qué es la Memoria de…

¿Qué es la Memoria de Trabajo o Memoria Operativa?

En esta entrada, hablaremos sobre una capacidad cognitiva (un constructo teórico) que debemos tener muy presente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Nos referimos a la memoria de trabajo (MT), también llamada memoria operativa.

Se puede entender como una función que controla y mantiene activa la información que nos permite realizar una determinada actividad. Su nombre nos puede llevar a error, no es una habilidad separada del resto de funciones que guarde la información a corto plazo, sino un conjunto de procesos al servicio de actividades más complejas. Además, tiene carácter finito por lo que la información que mantenemos activa tiene un límite que será diferente según la persona y según lo que tengamos que retener.

Podemos imaginar que nos encontramos en la situación de tener que memorizar un número de teléfono sin posibilidad de apuntarlo. Debemos hacer el esfuerzo consciente de pensar y repensar en esos números hasta poder plasmarlos en un papel o en el móvil. Es en ese proceso de intentar mantener activa la información hasta conseguir apuntarla es donde actúa la memoria de trabajo. Otro ejemplo podría darse en la situación de decirle a nuestra hija: “ve a comprar el pan, brócoli y garbanzos. Después, de camino a casa, pásate por casa de la abuela y llévale esa bolsa”. La niña deberá mantener activa la información durante ese periodo que va a los recados utilizando así su memoria de trabajo.

¿Por qué es tan importante para el aprendizaje?

La memoria de trabajo (MT) es un fuerte predictor del desempeño académico. Tiene gran importancia en la comprensión de textos. Cuando leemos un texto debemos ir manteniendo activa la información ya leída para unirla con la nueva y formarnos así una idea completa de lo que quiere transmitir el autor. Además de vincularla con nuestro conocimiento previo sobre ese mismo tema. Dentro de la lectura, también hacemos uso de la memoria de trabajo en la comprensión de  estructuras de las frases complejas.

Por otro lado,  afecta en áreas como las matemáticas, especialmente en la competencia aritmética y en otras habilidades necesarias en el aprendizaje escolar.

                       ¿Con qué ejercicios podemos potenciarla?

Antes de nada, debemos tener en cuenta que cada uno de estos ejercicios deberá adecuarse a las capacidades de quien las vaya a realizar.

 

  • Actividad de repetir números: Se trata de una tarea en la que se repiten una serie de números y el alumnado tendrá que repetirlos con alguna modificación. Ésta puede ser decirlos en orden creciente, decreciente, primero los pares y luego los impares o en orden inverso.
  • Juego de buscar el tesoro: Se harán parejas o pequeños grupos en clase. Se dividirá la tarea en dos papeles principales. Uno de ellos deberá inventar unas instrucciones para conseguir encontrar un objeto que previamente han escondido y el otro grupo tendrá que lograr memorizarlas y conseguir el material. Un ejemplo de instrucciones podría ser: debes bajar al primer piso, entrar en la segunda clase que hay a la derecha y buscar en el tercer cajón de la mesa de la esquina izquierda frente a la pizarra.  Si se quiere facilitar la tarea, probaremos con instrucciones más sencillas de dos órdenes.
  • El número de teléfono: Se hará una fila con todos los participantes del juego. La finalidad es que el último de la fila tenga que apuntar el número de teléfono que ha sido resultado de los números que han dicho sus compañeros. Al comienzo, el primero dirá un número, el segundo el mismo número que el anterior más uno que añada y así sucesivamente hasta que el último de cada fila apunte el número de teléfono que ha resultado del juego y se comprobará posteriormente si el resultado es el correcto.
  • La lista de la compra: Daremos a los alumnos y alumnas unas tarjetas en las que apuntaremos los ingredientes necesarios para una receta. Cada uno tendrá una diferente. Después de haber dejado un tiempo para memorizar la lista, se les presenta en una mesa central dibujos con los ingredientes que ponen en las tarjetas de recetas. Cada participante deberá seleccionar aquellos alimentos necesarios para realizar su receta sin posibilidad de consultarla para recordar qué ingredientes eran necesarios.
  • Ajedrez: Este tradicional juego nos fuerza a  llevar una estrategia en la que tendremos que mantener activa información sobre los pasos que queremos dar y las consecuencias de éstos. Además de potenciar la memoria de trabajo, el ajedrez ofrece numerosos beneficios a nivel cognitivo como la mejora de la capacidad de resolver problemas, el análisis, la planificación o la concentración. Pinchando en la siguiente imagen se abrirá una página web en la que podremos jugar al ajedrez y modificar los niveles de dificultad de las partidas.

  • Rush hour: El coche rojo se ha quedado encerrado en el aparcamiento. Para conseguir que salga por la puerta que aparece en la izquierda de la pantalla debemos mover los demás vehículos. Todos ellos tienen la particularidad de que únicamente se mueven hacia delante y hacia atrás. Deberemos memorizar la secuencia de pasos necesaria para conseguir despejar el camino del coche rojo.

 

 

 

Guzmán, B., Véliz, M., & Reyes, F. (2017). Memoria operativa, comprensión lectora y rendimiento escolar. Literatura y lingüística, (35), 377-402.
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