Practicar yoga reduce el riesgo…

Practicar yoga puede ser tan beneficioso como montar en bicicleta o caminar a buen ritmo en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Esa es la conclusión a la que llegan 37 estudios sobre los efectos del yoga, que incluyen a 2.768 personas, recogidos por la Sociedad Europea de Cardiologí­a.

Esta antigua práctica india que incorpora elementos fí­sicos, mentales y espirituales contribuye a reducir el riesgo de ataque al corazón e ictus, señalan los trabajos, que se publican en el European Journal of Preventive Cardiology. Así­, las investigaciones señalan que el yoga ayuda a controlar el peso -í­ndice de masa corporal-, la presión sanguí­nea y los niveles de colesterol. Todo esto también ocurre cuando se practica un ejercicio fí­sico aeróbico. En cambio, el yoga no contribuye a controlar los niveles de azúcar en la sangre, como sí­ pasa con otros tipos de prácticas deportivas.

Aún así­, los cientí­ficos, liderados por la investigadora del Centro Médico de la Universidad de Erasmus y del instituto de Salud Pública de Harvard, Myriam Hunink, señalan que el yoga aporta más beneficios que no hacer ningún tipo de actividad fí­sica y que puede ser una buena alternativa “para las personas a las que no les gusta el deporte aeróbico o que tiene problemas para practicar ejercicios muy intensos y fuertes, como las personas mayores o con enfermedades cardiovasculares previas”.

Las enfermedades del corazón se han convertido en la principal causa de muerte en Europa. Cada año fallecen de media 4,1 millones de personas por estas patologí­as, lo que supone un 47% del total de defunciones. En España, las enfermedades cardiovasculares estuvieron detrás de 122.097 muertes (30% del total) el año pasado; en Catalunya hubo 18.034 fallecimientos (28,5% del total). El ictus y la insuficiencia cardiaca se sitúan como las principales causas de muerte cardiovascular.

Por eso, aparte de la medicación y la intervención sanitaria, los médicos tratan de fomentar conductas preventivas, como la práctica de ejercicio y una alimentación saludable.
Los investigadores sugieren que los beneficios cardiovasculares del yoga podrí­an deberse a su capacidad para reducir el nivel de estrés. “Esto tiene efectos positivos sobre el estado neuroendocrino y la función metabólica”, añaden los autores de los trabajos. “Es posible que el impacto psicológico que conllevan los ejercicios aeróbicos también se produzcan con el yoga”, añaden. Tanto el deporte como el yoga, pues, ayudan a relajarse y provocan euforia.