Practicar deporte reduce el estrés y las crisis epilépticas en niños, según un experto
Hasta hace poco se pensaba que el deporte era perjudicial para los niños con epilepsia, pero el ejercicio físico «bien controlado y con las medidas de seguridad adecuadas contribuye a mejorar los niveles de estrés, la capacidad cardiorespiratoria y cardiovascular e incluso disminuye las crisis epilépticas», ha asegurado el especialista en epilepsia del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid, Joaquín Ojeda.
No solo influye positivamente en la salud física, sino que «el deporte también es esencial para que el niño perciba calidad de vida» porque practicar fútbol, por ejemplo, es «un aspecto fundamental en la vida de muchos niños», ha añadido. Por este motivo, la Federación Española de Epilepsia (FEDE) y la compañía UCB han promovido la campaña ‘Conocer la epilepsia nos hace iguales’ en la que ha participado la Fundación Atlético de Madrid con el objetivo de concienciar sobre la enfermedad en el ámbito escolar y fomentar la práctica de deporte. Para potenciar la campaña, el centrocampista rojiblanco, Yannick Carrasco, protagoniza un vídeo en el que participan un grupo de niños, alguno de ellos afectados por esta enfermedad.
ELIMINAR ‘TABíšES’ Y LLEVAR UNA VIDA NORMAL Trasladar la campaña a los colegios españoles eliminará los ‘tabúes’ de la enfermedad entre los más pequeños, y explicará a profesores y alumnos cómo actuar ante una crisis epiléptica. El propósito principal es «dar a conocer qué es la epilepsia, cuáles son las repercusiones e intentar llegar a las personas más vulnerables, que son los niños, para saber manejar la enfermedad», ha destacado el doctor Ojeda, quién participa activamente en la campaña. En la actualidad, más de 400.000 personas en España conviven con la epilepsia.
Cada año se diagnostican 22.000 casos nuevos, de los cuales, 10.000 corresponden a niños, tal y como apunta el especialista. Respecto al tratamiento, «el 70 por ciento de las personas epilépticas se controlan y hacen una vida normal con fármacos antiepilépticos; el otro 30 por ciento recurre a otras técnicas más especiales como la cirugía». Por ello, el doctor Ojeda considera que el reto actual es «hacer el diagnostico adecuado que permita que el niño lleve una vida normal y evitar que aparezca una crisis epiléptica, que es lo que más condiciona la vida de estas personas» La presidenta de FEDE, Rocío Mateos, ha subrayado que «estos chicos nos ayudarán a desmitificar la epilepsia porque para un niño epiléptico sentirse ilusionado es vital; le ayuda a traducir el miedo en esperanza, la preocupación en proyecto de futuro y la soledad en trabajo en equipo».