Pakistán no halla pruebas contra…

La Policí­a paquistaní­ no ha encontrado pruebas contra la niña cristiana acusada de blasfemia por quemar textos coránicos y ha presentado cargos que inculpan a un imán por falsear los hechos, según la prensa local. Según el oficial encargado de la investigación, Munir Jafri, tres testigos han prestado testimonio contra el imán Jadun Chishti, mientras que no han encontrado ninguna evidencia que pruebe la culpabilidad de la menor Rimsha Masih.

La niña pasó tres semanas en prisión a pesar de su edad y de su probada discapacidad psí­quica, aunque en declaraciones a ‘Express Tribune’, el oficial Jafri la exculpó al declarar que “ni el demandante ni ningún testigo ha presentado informe alguno contra ella”. Sin embargo, según el investigador, la situación del imán es diferente, pues uno de sus asistentes afirmó que vio cómo Chishti introducí­a hojas del Corán en la bolsa que contení­a las cenizas de lo supuestamente quemado por la niña.

Rimsha Masih salió de prisión bajo fianza a comienzos de este mes y desde el inicio del caso, el pasado 16 de agosto, una de las mayores preocupaciones ha sido salvaguardar su seguridad. Las condiciones de esta niña la hacen especialmente vulnerable, ya que tiene alrededor de doce años -cuatro menos del mí­nimo legal para encarcelar a alguien en Pakistán- y un informe médico oficial determinó que su edad mental es de unos siete años. La experiencia de Rimsha puede marcar algunos precedentes entre los casos relativos a blasfemia, ya que es del todo extraordinario que se incrimine a los acusadores por este delito incluso cuando hay evidencias claras de que mienten.

La legislación antiblasfemia de Pakistán fue establecida en el perí­odo de dominación británica para prevenir choques religiosos, pero en los años 80 una serie de reformas al amparo del dictador Zia ul Haq dio alas a los extremistas para el abuso de la ley. Desde entonces, se han producido un millar de acusaciones por blasfemia, casi siempre a instancias de imanes locales que intentan amedrentar a las minorí­as religiosas, en especial a los cristianos y a los ahmadí­es, rama del islam considerada herética en Pakistán.