Desde el año 2011 Sanitas organiza un encuentro para familiares de personas con alzhéimer. Este año se ha celebrado el tercer encuentro que ha tenido como objetivo principal ofrecer más información y varios consejos prácticos para todas aquellas personas que sean familiares y cuidadores y que viven dí­a a dí­a la realidad de los enfermos con alzhéimer.

“Nuestro objetivo es acompañarles a todos ustedes que quieran, a los familiares en todo su ciclo vital y que les podamos ayudar en términos de salud, de cariño, de amistad y de afecto. Y de este mismo modo en todo lo que podamos ser de utilidad”, ha manifestado Iñaki Ferrando de la dirección ejecutiva Medica de Sanitas.

Cristina Fernández Garcí­a, jefa del Servicio de Neurologí­a del Hospital Sanitas La Moraleja y Ventura Anciones Rodrí­guez, jefe del Servicio de Neurologí­a del Hospital Sanitas La Zarzuela
Durante la primera ponencia los especialistas han hablado de la vital relación que debe existir entre los pacientes, familiares y médicos. Se ha puesto en duda cuál debe ser la actitud de los profesionales sobre si se debe decir al paciente su diagnóstico de entrada. “En la enfermedad de alzhéimer tenemos cuidadores y familiares, opino que de entrada cualquier diagnóstico se debe hacer con cautela”, ha explicado Ventura Anciones, jefe del Servicio de Neurologí­a del Hospital Sanitas La Zarzuela. “El verdadero protagonista siempre es el paciente, aunque familiares y cuidadores jueguen un papel fundamental”, ha reconocido el experto. Tener en cuesta la personalidad de los pacientes y familiares para su respectivo tratamiento, es fundamental.

Anciones ha señalado que la relación entre paciente y médico no se debe llevar a través de internet ya sea desde las redes sociales como utilizar muchas páginas como fuente de información que en muchos casos no es veraz y da a error. “El bis a bis no tiene ningún sustituto”, ha declarado. Asimismo ha señalado que algo que no debe faltar nunca en una relación de médico- enfermo son varios valores como la armonización, la empatí­a, la positividad y sobre todo el respeto.