Niños, sanitarios y maestros tienen…

Dos facultativos, en la imagen, revisan una radiografí­a de los pulmones de un paciente para descartar una posible patologí­a respiratoria.Tras la preocupación por el brote de gripe H7N9 que se registró en el sudeste Asia y las infecciones más comunes como el sarampión y la gripe estacional, es más importante que nunca poder predecir y entender cómo las infecciones se transmiten a través de la población. Por ello, investigadores de la Universidad de Warwick y la Universidad de Liverpool (Reino Unido), han ‘mapeado’ las redes de contactos diarios de miles de personas para arrojar luz sobre qué grupos pueden estar en mayor riesgo de contraer y propagar enfermedades respiratorias.

Precisamente, estos cientí­ficos usaron una web anónima y una encuesta postal de 5.027 residentes del Reino Unido para recoger información sobre los tipos de relaciones sociales que puedan dar lugar a la transmisión de las infecciones respiratorias. Según estos expertos, se trata del estudio nacional más grande de su tipo hasta la fecha, que permitió a los cientí­ficos, por primera vez, cuantificar los patrones de contacto sociales y ver cómo estos variaban con la edad y el trabajo. A pesar de que es de sentido común que algunos puestos de trabajo pueden estar asociadas con más contactos sociales, existe un enorme valor en la posesión de los datos en el número y la duración de contactos sociales, ya que permite a las complejas interacciones de la población del Reino Unido ser analizadas matemáticamente en el caso de un brote. Un contacto social se define como una conversación cara a cara dentro de una distancia de dos metros o un contacto fí­sico de piel con piel entre dos personas.

Así­, según el estudio, publicado en ‘Proceedings of the Royal Society B’, los niños estaban en lo más alto de los contactos sociales, por lo que tení­an más alto riesgo de contraer y transmitir la infección. Entre los adultos, las personas que trabajan en las escuelas, en el sector de la salud y de cara al cliente, en trabajos de servicio, tales como trabajadores de la tienda o con labores comerciales, estaban entre los que tení­an el mayor número de contactos sociales.

Por último, según los datos recogidos, durante una jornada de trabajo un profesor ve a una media de 62,1 personas diferentes, mientras que una persona jubilada sólo tiene relación con alrededor de 19,3. Así­, estudiantes, desempleados y jubilados registraron los niveles más bajos de contactos sociales.