Mujer de 25 años, con…

Mujer de 25 años, con discapacidad fí­sica y que cursa carreras del área de Ciencias Sociales es el perfil del universitario con discapacidad, según se desprende del ‘I informe Discapacidad en el entorno universitario’, realizado por Fundación Adecco. Según este estudio, el 61,1 por ciento de los estudiantes con discapacidad es mujer, frente al 38,9 por ciento de hombres. Independientemente del género, la edad que más se repite entre los encuestados es la de 25 años (35%).

En cuanto al tipo de discapacidad, en más de la mitad de los casos (53,3%) es de tipo fí­sico, seguida de la sensorial (30,8%), la psí­quica (8,7%) y la orgánica (5,1%). Además, existe un 2,1 por ciento de estudiantes con discapacidades intelectuales poco acusadas (2,1%).

El grado de discapacidad más frecuente se sitúa en el intervalo 33%-50% (un 39,2% de los encuestados), seguidos de los que superan el 65 por ciento de discapacidad (26,8%) y los que tienen un 33 por ciento (19,6%). Por último, un 14,4 por ciento tiene un grado entre el 50 por ciento y el 65 por ciento.

Entre las carreras más habituales, los universitarios con discapacidad optan por el área de las Ciencias Sociales. En concreto, un 47,1 por ciento de los encuestados cursa este tipo de estudios, siendo Administración y Dirección de Empresas o Económicas las licenciaturas más habituales, con un 45 por ciento y un 15 por ciento, respectivamente. Por detrás, se sitúa la diplomatura de Trabajo Social, con un 18 por ciento.

Las carreras de Letras ocupan el segundo lugar, siendo la más habitual Derecho (22%), seguida de Filologí­a (18,3%). En tercer lugar, un 17,5 por ciento de los encuestados estudia carreras de Ciencias Naturales o Medicina, principalmente estudios en enfermerí­a, con un 18 por ciento. Por último, se sitúan las Ingenierí­as (13,2%), siendo la modalidad industrial la más tí­pica, con un 21,3 por ciento.

Los universitarios con discapacidad confí­an en trabajar en lo mismo que han estudiado (69,8%) y cerca de la mitad (40,2%) cree que esta tarea le llevará más de un año, seguido de un 25,9 por ciento que opina que tardará de siete meses a un año. Por el contrario, un 33,9 por ciento confí­a en encontrar su primer trabajo en seis meses; un 21,8 por ciento cree que lo encontrará después de tres meses de búsqueda y un 12,1 por ciento en los tres primeros meses.

Un 53,8 por ciento ya ha tenido su primer contrato laboral, aunque la mayorí­a de éstos (85%) en un puesto no relacionado con sus estudios. Además, un 14,2 por ciento ha trabajado de lo suyo, pero en formato beca. Por último, un 32 por ciento de los encuestados no ha tenido nunca empleo.

En cuanto a la movilidad geográfica, la mayorí­a (68,4%) estudia en la misma ciudad en la que nació. Sin embargo, un 31,6 por ciento ha cambiado de ciudad para estudiar, sobre todo porque en su lugar de residencia no existí­a la oferta formativa en la que estaba interesado (62,2%) aunque también un 37,8 por ciento se mudó por vivir una experiencia diferente “alejados de casa”.

En lí­neas generales, la gran mayorí­a de los estudiantes encuestados afirma que se siente uno más en la comunidad universitaria, tanto en la relación con sus compañeros, como en la relación con sus profesores. Además, un 69,6 por ciento confí­a en trabajar en un empleo relacionado con estudios.

Sin embargo, un 65 por ciento cree que su discapacidad le perjudicará a la hora de buscar trabajo y casi la mitad prevé tardar más de un año en encontrarlo. Un 80,3 por ciento opina que ser joven también supondrá una barrera para acceder al mercado laboral.

En cuanto a las caracterí­sticas de las universidades, un 75,4 por ciento de los encuestados declara que su centro dispone de un Servicio Especial de Atención a la Discapacidad. Además, las universidades españolas suelen ofrecer otro tipo de ayudas para las personas con discapacidad como la matrí­cula gratis (72,8%) o ayudas en el pago del transporte (26,6%).

Por otra parte, la mayorí­a de los encuestados declara sentirse perfectamente integrado en las relaciones humanas, tanto con compañeros, como con profesores. Así­, un 78,2 por ciento afirma que es uno más en clase y que sus compañeros no realizan ningún tipo de diferenciación, frente a un 1,8 por ciento que afirma sentirse discriminado continuamente.

En la misma lí­nea, un 84,6 por ciento destaca que sus profesores le tratan de una manera normalizada, haciéndole sentir un alumno más, frente a un 4,1 por ciento que comenta sentirse marginado por parte de ellos.

El informe destaca que el “talón de Aquiles” de las universidades continúa siendo la accesibilidad arquitectónica ya que la mayorí­a de las facultades (73%) no cuentan con aulas adaptadas para personas con movilidad reducida. Asimismo, las instalaciones deportivas sólo son aptas para estudiantes sin problemas de movilidad y la biblioteca no suele contar con puestos de estudio adaptados para personas con discapacidades fí­sicas y/o sensoriales.

A pesar de ello, la mayorí­a de las facultades ya incorporan criterios de accesibilidad en los servicios o aseos (61%), en la anchura de las puertas (61%) y a través de la presencia de ascensores y/o rampas (87%).

Por otro lado, el estudio subraya que los estudiantes opinan que aún han de darse importantes pasos “para que la integración social y laboral de las personas con discapacidad sea una realidad”. En este sentido, un 78,5 por ciento reclama más presencia y protagonismo en la agenda polí­tica mientras que un 58,7 por ciento ha hecho alusión a la necesidad de formar y sensibilizar a las empresas en materia de discapacidad.

Además, un 44,1 por ciento de los encuestados ha destacado la escasa presencia de las personas con discapacidad en puestos directivos y un 38,5 por ciento reclama más ayudas formativas para los estudiantes universitarios con discapacidad, entre otras demandas.

La encuesta de Fundación Adecco se ha elaborado entre 500 estudiantes entre 18 y 30 años de 31 universidades de España. Actualmente, unos 15.922 estudiantes con discapacidad estudian en 74 Universidades españolas, según los datos de la Guí­a de Atención a la discapacidad 2011 de la Fundación Universia.