Merendar almendras es beneficioso para…

Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, aseguran que sustituir el consumo de bollerí­a con alto contenido de carbohidratos por almendras para merendar, pese a tener las mismas calorí­as, puede tener efectos beneficiosos frente a la enfermedad cardiovascular en personas con factores de riesgo. El trabajo, publicado en el ‘Journal of the American Heart Association’, muestra como además de mejorar significativamente los niveles de colesterol también se consigue reducir la grasa abdominal, considerado como uno de los principales factores que predisponen a una enfermedad cardiaca.

Aunque la enfermedad cardiaca sigue siendo la primera causa de muerte en Estados Unidos y a nivel mundial, se estima que al menos el 80 por ciento de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares pueden evitarse si se controlan los factores de riesgo presentes en la dieta y los hábitos de vida.

Estudios previos ya habí­an aportado evidencia de que el consumo de almendras se asociaba a una mejor salud del corazón, pero éste es el primer y más grande estudio controlado que utilizó dietas idénticas en las que únicamente se cambiaba el consumo de almendras durante la merienda en lugar de otro aperitivo de similares calorí­as, con el objetivo de conocer los efectos cardio-protectores de estos frutos.

Durante doce semanas, 52 adultos de mediana edad con sobrepeso y que también tení­an niveles elevados de colesterol se sometieron a una dieta saludable que, para la mitad de los participantes, incluí­a una merienda diaria de 42 gramos de almendras naturales, mientras que en la otra mitad se sustituyó por un ‘muffin’ de plátano con el mismo número de calorí­as.

Una onza de almendras, unos 28 gramos, aporta 160 calorí­as y una serie de nutrientes como proteí­nas, fibra dietética, grasas “buenas” saturadas, además de vitamina E y minerales como magnesio y potasio.

Al finalizar el seguimiento, vieron que quienes habí­an merendado almendras habí­an reducido más sus niveles de colesterol, tanto HDL como LDL, y de lipoproteí­nas, mientras que el otro grupo solo habí­an reducido el colesterol HDL, considerado popularmente como el ‘bueno’.