Médicos sin Fronteras alertó el pasado viernes de un posible aumento de los pacientes de ébola en Sierra Leona durante las próximas semanas.

La organización médico humanitaria ha puesto a trabajar sobre el terreno a varios de sus miembros con el objetivo de localizar nuevos enfermos a causa del virus. Para ello, ha instalado en el este del paí­s el centro de tratamiento del ébola más grande de su historia. Más allá del tratamiento médico, el control del brote va a exigir a la organización el despliegue de un gran número de personas para capacitar al personal de salud en el control de infecciones, en cómo llevar a cabo el seguimiento y la localización de casos y de sus contactos, en cómo establecer una red de vigilancia epidemiológica y en la manera efectiva de promover mensajes de utilidad pública.

Por último, actualmente, Médicos sin Fronteras cuenta con más de 150 trabajadores para dar respuesta al brote de ébola en Sierra Leona, para un total de 350 sumando a los que están desplegados en Liberia y en Guinea.