Más de la mitad de…

La prevalencia de hipertensión arterial (HTA) en los pacientes con enfermedad renal crónica se sitúa por encima del 50 por ciento, y crece a medida que se reduce el filtrado glomerular; es decir, a peor función renal, más HTA, según ha señalado José Antonio Garcí­a Donaire, especialista de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA) y nefrólogo de la Unidad de HTA del Hospital Clí­nico San Carlos de Madrid.

“Estos datos obligan a que la función renal en los pacientes con HTA deba ser evaluada de forma especí­fica”, ha agregado el experto durante la celebración de la Escuela de Verano 2014 de la SEH-LELHA, que ha tenido lugar en Madrid y en la que se han dado cita médicos residentes y especialistas interesados en el campo de la HTA y el riesgo vascular. “El riñón es un órgano vital que puede considerarse causa y efecto de la HTA. Por un lado, alteraciones en la estructura renal pueden inducir cambios que determinen la elevación de la presión arterial y, por otro, la HTA tiene al riñón como una diana para producir daño desde el nivel endotelial hasta las grandes arterias”, explica Garcí­a Donaire.

 

Por ello, “se hace preciso un control exhaustivo que permita detectar la pérdida de función renal y prevenirla, para lo que es imprescindible el conocimiento por parte del personal sanitario que incluya la monitorización de la función renal en el protocolo de estudio diagnóstico y terapéutico”.