La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha presentado esta mañana en la Real Casa de Correos una nueva edición de Madrid Rumbo Al Sur, un proyecto de cooperación para jóvenes que este año, con Camerún como destino, incluye como novedad la reserva de un 2% de las plazas para personas con algún tipo de discapacidad. Para ello, Aguirre ha asegurado que “la selección de estos chicos se hará en colaboración con el CERMI Madrid, que va a asesorar en las pruebas de selección para jóvenes con discapacidad”.

Por su parte, el expedicionario Telmo Aldaz de la Quadra Salcedo, quien ejercerá de guí­a por séptimo año consecutivo, señaló que “como Madrid Rumbo al Sur es un reflejo de la juventud y la sociedad madrileña en general, desde que nació esta iniciativa vimos cómo se apuntaba gente con discapacidad muy decidida y con mucha ilusión; y pensamos que podrí­a ser algo muy bonito reservar un determinado número de plazas, adecuando un poco el viaje y las condiciones. En este viaje que es Madrid Rumbo al Sur se vencen miedos, se quitan barreras y prejuicios, y se demuestra que al final todo es bastante más fácil”.

Asimismo, el consejero de Asuntos Sociales, Salvador Victoria, afirmó que la reserva de plazas para jóvenes con discapacidad “supone un ejemplo de máxima inclusión social, ya que se confirma que de esta iniciativa no queda excluido nadie, porque además de ser un proyecto de cooperación y voluntariado, es un proyecto de solidaridad”.

Madrid Rumbo Al Sur es un programa de actuación directa de la juventud madrileña, en los lugares donde la Comunidad de Madrid, a través de su Plan General de Cooperación 2009-2012, quiere una presencia itinerante de ayuda directa y colaboración. A su vez, se trata de un proyecto donde el espí­ritu de cooperación y la aventura están unidos a lo largo de todo su itinerario, y su objetivo fundamental es motivar a los jóvenes de la región en la cooperación de una manera atractiva y crear así­ la base de actuaciones positivas en el futuro.

Este año el proceso de selección será más exigente, y los jóvenes expedicionarios tendrán que pasar un cuestionario inicial, presentar un trabajo sobre ífrica, afrontar una entrevista personal y superar unas pruebas fí­sicas. Todo ello para vivir una expedición de un mes, conviviendo en un régimen intenso de trabajo, esfuerzo y aventura, donde se encontrarán y convivirán con otros pueblos, culturas y personas a las que  ayudarán en la medida de lo posible. Estos jóvenes pasarán por momentos de esfuerzo, de labor en equipo y por momentos de reflexión.

Así­, se busca sacar a los jóvenes de su rutina vital e inundar sus ojos con la belleza de unos paisajes que dejan huella, acercarles la ilusión de lo desconocido y ofrecerles una auténtica formación teórica y práctica en el campo de la cooperación y el desarrollo de los pueblos. La formula es un viaje donde se puede ver la realidad de estos paí­ses, aprendiendo primero y aportando después su ayuda en campos como: la construcción de infraestructuras, conservación de su patrimonio histórico, necesidades sanitarias y de educación…