Madres británicas lanzan una campaña…

Los juguetes de verdad tendrí­an que ser imperfectos, como lo son las personas. Es curioso que en todo el mundo existan unos 150 millones de niños con algún tipo de discapacidad y que no se comercialice ningún juguete invidente, con audí­fono, marcas de nacimiento, bastón, perro-guí­a o en silla de ruedas. Bajo esta premisa, un grupo de madres británicas con hijos discapacitados abrió hace un mes una página en Facebook, Toy Like Me (Un juguete como yo), para solicitar a las compañí­as jugueteras que amplí­en su gama de productos, contemplando la diversidad fí­sica que nos rodea. A su juicio, los pequeños se verán más identificados en juguetes que se parezcan un poco más a ellos.

La primera firma en recoger el guante ha sido Makies, una empresa que se dedica a fabricar muñecas personalizadas, al gusto del cliente, eligiendo tono de piel, color de ojos, vestuario y otros elementos. Son elaboradas con impresoras 3-D y cada una cuesta alrededor de 100 euros.

Las componentes de Toy Like Me en Facebook se han preguntado “si pueden responder compañí­as pequeñas como Makies, a qué están esperando los grandes fabricantes” en hacerles caso. Y dan nombres como Lego, Mattel Barbie y Playmobil. A esta última va dirigida su última petición en change.org. La iniciativa, planteada en inglés, está siendo viral en el Reino Unido, comienza a extenderse por Estados Unidos y pretende convertirse en global tras la creación de una cuenta en Twitter y el hashtag #ToyLikeMe, donde numerosos padres están colgando sus propias propuestas.