Los sofocos, asociados a un…

Las mujeres que sufren sofocos y sudores nocturnos durante la menopausia podrí­an tener una menor densidad mineral ósea y mayores tasas de fractura de cadera, y por tanto de osteoporosis, que aquellas que no padecen estos sí­ntomas, asegura un estudio publicado en «Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism».

Durante la menopausia se detiene la producción de hormonas; se calcula que cerca del 60% de las mujeres en esa etapa padece sofocos, que puede durar varios años. Las mujeres posmenopáusicas se enfrentan a un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, una enfermedad en la cual los huesos se vuelven estructuralmente débiles y más propensos a romperse que los de las mujeres o los hombres más jóvenes. El riesgo es mayor debido a que la transición a la menopausia acelera el proceso de pérdida ósea. «Los resultados sugieren que las mujeres que presentan sí­ntomas menopáusicos moderados o graves son más propensas a padecer problemas con la salud de los huesos», afirma uno de los autores del estudio, Carolyn J. Crandall, de la Universidad de California-Los íngeles (EE.UU.)

 

El estudio examinó los datos de 23.573 participantes en el ensayo clí­nico Women’s Health Initiative (WHI), que incluye a mujeres de 50 a 79 años. El análisis realizó controles anuales a las mujeres durante un promedio de ocho años durante el cual se preguntó a las participantes acerca de sus sí­ntomas menopáusicos, incluidos sofocos y sudores nocturnos, durante la visita inicial y, a continuación, se monitorizaron las fracturas durante el periodo de seguimiento. Entre las involucradas en el estudio, se midió la densidad mineral ósea a 4.867 como parte de un subestudio.