Los pediatras alertan del riesgo…

Un menor que permanece solo en el interior de un vehí­culo durante diez minutos cuando la temperatura exterior está cerca de los 25 grados tiene probabilidades de padecer un golpe de calor poniendo en riesgo su vida, y son los niños menores de cinco años el colectivo que corre más riesgo de sufrirlo.

Así­ se desprende de un informe de la Fundación Mapfre y la Asociación Española de Pediatrí­a, publicado hoy, que recuerda que en el caso de observar a alguien en el interior de un vehí­culo, con riesgo de sufrir un golpe de calor, lo primero que hay que hacer es llamar al 112, han informado ambas organizaciones en un comunicado. Según la secretaria del Comité de Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatrí­a, Marí­a Jesús Esparza, los principales sí­ntomas del golpe de calor son “fiebre o incremento de la temperatura corporal por encima de los 40 grados, debilidad, mareos, vómitos, dolor de cabeza y taquicardia”. Una temperatura moderada cercana a los 20 grados en el exterior incrementa la de los vehí­culos hasta los 40 grados, pero se puede llegar “con facilidad” a los 50 o 60 grados y ciertos revestimientos o elementos interiores pueden alcanzar incluso los 80 grados, alerta el director de Prevención y Seguridad Vial de la fundación, Jesús Monclús. Para prevenir los golpes de calor, Monclús recomienda no dejar a los niños solos en el coche, “ni siquiera un minuto” y, después de aparcar, cerrar el vehí­culo para que los pequeños no puedan entrar. La mayorí­a de las ví­ctimas por hipertermia son personas mayores o menores de cinco años y en el caso de los niños se debe a que su temperatura corporal se incrementa más rápido y su sistema respiratorio, en desarrollo, les hace más vulnerables al calor. Cuando se observe que una persona puede estar sufriendo un golpe de calor dentro de un coche, la Asociación Profesional de Técnicos Bomberos recomienda, además de llamar al 112, abrir el automóvil de forma segura, por ejemplo, rompiendo el cristal de la ventanilla que esté lo más alejada del individuo. En caso de hipertermia, “hay que tumbar al niño boca arriba en un lugar fresco, aflojarle la ropa, colocarle compresas frí­as y ofrecerle agua”, ha apuntado Esparza y, después, cuando se recupere, hay que trasladarle a un centro sanitario.